
No recuerdo si a fue Isbel al que se le ocurrió la idea de robarle la chivichana a Adrián, y así lo hicimos, el resultado fue que tuvimos que montar a escondidas todo el tiempo y bajar, también a escondidas la loma de la calle de Santa Clara, con el temor de que el negro nos descubriera y formara la desagradable. Qué tiempos aquellos!
Sin embargo, la chivichana a regresado al oriente del país, y ahora se la disputan viejos y niños. ni se imaginan, cuantas reacciones confundidas tuve, al ver a esa señora que ustedes verán con sus propios ojos, descender loma abajo como bola por tronera subida a uno de esos artefactos que nosotros usábamos a los diez año para divertirnos.
Todos en chivichana, grandes y chicos, mujeres y hombres. Creo que si hoy, a diferencia de los tiempos de Adrián y mío, alguien le roba la chivichana a uno de estos orientales, el machete no te lo quita nadie del lomo .
Disfruten o lloren con el vídeo. La inventiva del cubano. Y nunca es tarde para bajar una loma en chivichana.
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