Y... ¿qué nos dejas Cuba?

por Roberto A. Lamelo

Cuba entera se sacude el manto de la inacción... Avalados por el momento y el motivo, la juventud valiente decide hacerse eco de la verdad y el deseo, y expone al mundo un nuevo modelo de sociedad, más justa y equitativa, alejada, claro, de los fantasmas que les han impuesto durante años al discurso no oficial. Cuba entera se solidariza con René González, ... Cuba, como hacía tiempo no sucedía, arropa a los cuatro hijos presos y decide enviar un mensaje de paz al mundo, de cambio, de buena voluntad.

Pero se atravesó Robertico. 

Entonces, la otra Cuba, la oportunista, la extremista, la dibujante de los miedos, la generadora de fantasmas, la que a menudo le rasca las cosquillas al poder, saca el sable y dicta sentencia. Es la Cuba abogada de los 60' ...la del dogma rígido, la del látigo suave. La que exculpa sus culpas en un "eso no lo decidimos nosotros" la que curiosamente limita su accionar hasta la frontera del deber asmático... Cuba, esa otra Cuba, rememora a Kcho y sus botes... 

Yo vivía en la Habana cuando Kcho sacó sus botes a la mar. Y a Kcho, como ahora a Robertico, se le echaron los lobos encima. El mulato, salvaguardado en el Arte, les regaló entonces su mejor defensa e hizo disertación con la esgrima. Se hizo amigo de Fidel Castro. ¡Vaya estocada! A Kcho no lo molestaron más nunca. Nunca más le hablaron de sus botes, ni de sus remos. Kcho tuvo un motivo pictórico, quizás tan solo eso, y no faltó quien lo acusó de traidor y de incitar al éxodo. Kcho solo pintaba unos botes. Según Eusebio Leal - años después - los botes no se iban...sino que regresaban. Eusebio es único en sus argumentos.

No había nada contra la política del arte revolucionario. Los botes de Kcho - como las palabras de Robertico Carcassés ahora - estaban dentro de la Revolución, solo que, paralelo al concepto globalizador expresado por Fidel en aquel famoso Congreso de los Artistas, han habitado - habitan y habitarán -ridículos personajes, de dudosa y fronteriza capacidad para discernir entre un cuadro de Kandinsky y uno de Matisse. Personajes que, encerrados en oficinas de 8:00am a .... cuando salen, no caminan, no compran en la bodega y por supuesto, no viajan en almendrones y en Camello y han perdido un poco la noción de esa "otra" Cuba que vive de espaldas a ellos. O mejor dicho, viceversa.

Las palabras de Robertico - curiosamente rimadas dentro del coro de una canción - aparecen, ante mí, tan justas, renovadoras y revolucionarias como aquel "me vienen a convidar a tanta mierda" interpretado por Silvio en la canción El Necio,... tan irreverente dentro de la canción cubana (puede que fuera la primera "mala palabra" dicha por un músico en un acto oficial en una letra de canción "oficial"), pero como la dijo Silvio y Silvio en su canción defendía las ideas del todo, la mierda pasó, se olfateó, se digerió y se quedó para siempre. Estoy claro, no había otra mejor palabra para definir la metáfora de convites a los que había sido "invitado" Silvio. Era la palabra justa. Esa. No otra.

Pero las palabras de Robertico ahora se fueron de contexto... en una Cuba dividida entre creyentes confesos, creyentes menos creyentes, creyentes por egoismo o por ocasión, creyentes que no son creyentes pero fingen que lo son, o tienen que fingirlo; los que no son  creyentes en lo absoluto y los que ya no saben ni que carajos creer, salta a la palestra, una vez más, la voz que desde arriba truena, la que nunca se sabe cual es, y de la manga, sin previo aviso, con causa probable, le echan mierda al arte - una mierda distinta a la de Silvio - y curiosamente le hacen juego al oportunismo más soez y de caricatura. 

No faltaría, claro está, un músico oportuno que se exprese en contra de su colega, de forma genuina o para asegurarse su próximo viaje, ... o el primero, uno(a) conocido(a) Director(a) de no se qué, y un desconocido por completo trovador de las quimbambas, a echarle con el rayo a Robertico, acusándolo de oportunista - a.k.a "probable disidente asalariado del imperio"- o de haber elegido mal el momentum.  Y... les pregunto yo a ellos ¿cuál es el momento? ¿Qué tiene de diabólico el pedido personal de Robertico? ¿El lugar donde lo hizo? Bueno, y ... ¿dónde puede hacerlo? ¿En que periódico contra oficial o al menos no tan oficial? ¿En que emisora de radio que no trabaje con delay? ¿En qué programa de TV que se grabe en vivo? ¿En el Noticiero que pocos ven? ¿En la Mesa Redonda que cada día ven menos? Y ¿por qué tienen que darle toooooooooooodo ese trasfondo energumeníaco - con el perdón de los linguistas puritanos - a lo que dijo? ¿Hasta cuándo viviremos viendo los fantasmas dentro del arte? Me parece, quizás me equivoque, que Los Aldeanos dicen más que eso... y por ahí andan, Claro, no los invitan a un acto oficial... mucho menos en la Tribuna... ¿tal vez temen que la caguen - con otra mierda distinta a la de Silvio - y que ipso facto, terminada la canción, brinquen el muro de la Oficina de Intereses y pidan Asilo? ¿Con qué nos quedaremos si ya no tenemos reggaetón, si nos quedamos sin Interactivo, si nos vamos sin Hipnosis...? ¿Qué cantaremos dentro de 20 años? ¿La Internacional en version bachata?

No seamos tontos... dejémosle algo a Cuba y a su gente. Dejémosle algo de credibilidad... de oportunidad al pensamiento y a la libre expresión... si seguimos apretando el cinto, si seguimos haciéndole reverencias al monodiscurso, justo después que su Presidente llamó al pueblo a expresarse sin miedos y pluralidad, nos estaremos restando prestigio... nos convertiremos en hazmerreir hasta de los de la izquierda más izquierdista. Ya un periodista provincial pasó su sofocón después de creerse el cuento que le hicieron en los debates previos al Congreso de la UPEC...no por culpa de lo que él mismo escribió, sino por culpa de quienes admirados por su valentía periodística le ayudaron en la divulgación de su texto.

Dentro de poco, si seguimos castigando a quienes sin doble moral deciden ser honestos, no tendremos tarimas, ni periódicos... tal vez en cinco años nos encontremos a las afueras del Cementerio de Colón un letrero que diga "Lugar para el descanso y el debate político" Dentro a Carcassés - y otros - argumentándose motivos para una patria nueva, allí, donde nadie podrá criticarlos, pero apoyarlos tampoco.