Ya huele a peligro.

por Boris L. García Cuartero

Como cada año el ejercicio Meteoro comprobará la preparación de los cubanos para enfrentar la cercana temporada ciclónica –del primero de junio al 30 de noviembre. Durante dos días se ejercitará cómo proceder ante la probabilidad de azote a la Isla y de esa manera disminuir las vulnerabilidades.

Si bien se cuenta con las herramientas tecnológicas imprescindibles para detectar y dar seguimiento a los eventos meteorológicos, lo fundamental es la información oportuna y el comportamiento humano ante estos fenómenos, que generan catástrofes económicas, sociales y humanas, de ahí la importancia que se le da por acá a conocer los riesgos y cómo enfrentarlos con disciplina.

En lo adelante todos estaremos atentos al pronóstico de temporada –que ya circula en algunos medios de comunicación, con versiones de acuerdo con las consideraciones de los expertos-, pero sean más o menos, se cumplan o no las predicciones, lo cierto es que ya huele a peligro, sobre todo en un país donde los desastres ocasionados por un huracán retrasan planes e incrementan las carencias, lo que no nos permite desatender la presencia de un meteoro, e insisto, disminuir las vulnerabilidades.

De acuerdo con las informaciones que difunde el National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA),  Dieciocho ciclones tropicales con nombre, de los cuales nueve serían tormentas, cinco huracanes moderados y cuatro huracanes intensos, forman parte del primer pronóstico para la temporada 2013 elaborado por los doctores William Gray y Phil Klotzbach, expertos de la Universidad Estatal de Colorado.

 Los nombres disponibles para los ciclones tropicales para 2013: Andrea, Barry, Chantal, Dean, Erin, Fernand, Gabrielle, Humberto, Ingrid, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Noel, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.

El ejercicio Meteoro 2013 pondrá a prueba nuestra capacidad de organización ante la inminencia de los meses más peligrosos del año. De tocar tierra firme algún que otro evento, pondrá entonces a prueba nuestra capacidad de respuesta para reducir las pérdidas de recursos; vale la alerta temprana, ahora todo dependerá de nosotros…claro, sin desdorar la furia de la ya maltrecha naturaleza.