La foto de Aslam Castellón |
por Darilys Reyes Sánchez
Muy por debajo de las expectativas queda el diccionario: “play off (voz inglesa): sistema de competición en el que se van eliminando equipos de una liga”. Superficial y ambiguo concepto para un proceso de vida o muerte cuando de béisbol se trata; definición poco esclarecedora, incluso, en su lengua materna, y tanto menos en el castellano que lo adopta como propio.
Muy por debajo de las expectativas queda el diccionario: “play off (voz inglesa): sistema de competición en el que se van eliminando equipos de una liga”. Superficial y ambiguo concepto para un proceso de vida o muerte cuando de béisbol se trata; definición poco esclarecedora, incluso, en su lengua materna, y tanto menos en el castellano que lo adopta como propio.
No comprende la alta dosis de psicología y “creencias” requeridas para esta etapa; o por qué no bastan las armas de la temporada regular; ni especifica el cómo del nuevo estatus de desempeño: se sabe o no jugar en los play off, quizá hasta se aprende; pero sin medias tintas.
Repiten estadios, aficiones y apodos, mas difiere en gran medida el contexto: la presión sale de cacería y sucumben los equipos indecisos. No importan líderes, average o rachas: las estadísticas duermen en el frío recuento de los libros porque esto, como quiera que lo nombren, solo se gana en “caliente”.
Declaraciones Ernesto Molinet
Declaraciones Alberto Bicet
El play off responde a la “bomba”, al empuje, egocentrismo pelotero (si existiera el término), guapería, autosuficiencia y autoestima… Una movida sin equivocaciones; el constante jaque a las piezas del rey opuesto: matar o morir, no hay más opciones para vestirse de gloria.
Y será esta la quinta, la vencida o el año para los Elefantes. Superado el escollo del otrora Habana, latente la llaga de Industriales y la doble herida de Pinar de Río, ahora en la esquina opuesta se presenta la novena de Villa Clara, único sobreviviente en lid de los cuatro grandes de la pelota cubana.
El mejor pitcheo cruza golpes con la mejor ofensiva; pero aún las reglas favorecen a quien pise en más ocasiones la goma. Porque no cuenta el contrario: es preciso arrollar a los mismísimos Yankees de Nueva York o al Dominicana campeón del III Clásico, si consiguieran llegarse hasta el “5 de Septiembre”. No se deja el resto a la suerte: la suerte solo escucha el clamor de los triunfadores.
Sobre la mesa de los cumplidos garantizó Cienfuegos el tercer lugar en la actual campaña, igualando así su actuación histórica dos años atrás. Pero ya queda “chiquito” el lauro para esta generación, llamada a más desde las gradas y el terreno.
Un equipo de talento, madurez y perfectamente reforzado para la ocasión. Y confieso me desagrada el favoritismo (las especulaciones nunca ganan campeonatos) mas coincido en que ninguno de los tres rivales en postemporada ha estado a la altura de los verdinegros. Pero no solo el diccionario merece correcciones en lo referente a los play off: también la disposición y el juego llevan un extra.
Todo dependerá de cuán fuerte pisen los Elefantes en el intento: cuatro victorias y allanan el camino al objetivo final. A la larga, el mejor equipo de la 52 Serie será, únicamente, el campeón.