por Roberto A. Lamelo
A mi en lo particular no me extraña, para nada, que "la invasión asiática" haya desembarcado en los televisores cubanos. Acostumbrados a vivir dentro de una urna de cristal por tanto tiempo, el cubano ve lo foráneo, casi siempre, como un producto de escape novedoso, revolucionador y superior. Y no dudo que lo que venga de Burundi, - con el respeto absoluto a ese país - también decidan consumirlo. Yo entiendo a la gente, ... sobre todo si son cubanos. Yo viví con dos canales hasta hace poquito. Luego vinieron dos canales más... luego un quinto, pero casi nunca encontré lo que quise. Por el contrario, a excepción de algunas excepciones - como diría un iletrado - casi todo venía por el mismo filtro, y poco se salvaba. La mayoría de la gente, lo digo con absoluta sinceridad, ya no está para la candanga de la Mesa Redonda, de las clases en el Educativo - ya el boom de los 1ros años murió -, y continúa in crescendo el síntoma de divorcio con el NTV. Las noticias "de afuera" parecen ser siempre las mismas - y no dudo que haya conflictos en todos lados -, jodidas, mientras que las de adentro, se parecen mucho las unas a las otras y están bien distantes de la realidad y por supuesto de lo que pasa fuera.
Yo entiendo a la gente... después de lidiar con las duras cotidianeidades, es lógico, permisible, entendible y justificable - acaso todo no - que la gente quiera relajarse con algo "distinto"
Pero ojo, esta ficción puede socavar aún más la brecha existente entre el la realidad de dentro y la realidad que parece existe fuera. Es claro que lo que vemos, bien puede ser un dibujo... y con final feliz.
A la gente le gustan los finales felices, y cuando se nos invadió la TV con productos ajenos, pero del campo socialista no hubo muchas protestas por parte de la oficialidad intelectual. Al menos no recuerdo una crítica dura contra un producto televisivo soviético - por citar un ejemplo. No creo que Pedro de la Hoz - en lo personal nunca me ha gustado su manera de expresarse -, haya ejercido un tipo de crítica consecuente y sistemática contra aquellos Ein Kessel Buntes, y contra aquellas películas del Realismo Socialista, que a excepción de honrosas excepciones, comenzaban con una tragedia al principio, continuaban con una tragedia en la trama - o varias - y terminaban trágicamente... y la gente en Cuba se levantaba con tragedias incluso por períodos de angustía infinita por una posible muerte o invasión de los yanquis, recordemos la época de la Crisis de Octubre.
De las telenovelas cubanas no hablo... parece ser que esta ¿última? Santa Maria del Porvenir le puso la tapa al pomo. Dicen que su sucesora va por el mismo camino. ¿Es que ya no se sabe hacer telenovela en Cuba?
Las dichosas novelas coreanas le salen a uno en
cualquier conversación que tenga en la calle y si no sabes de que te están hablando te sientes como si vivieras al margen
de un fenómeno cultural llamativo y sensacional. Si eres heterosexual y quieres llamar la atención de una chica en una fiesta, procura haber visto al menos par de miniseries coreanas. Es un éxito rotundo hablar de ellas, como en su momento lo fue recitar las poesías de Buesa, o hablar de Borges, o Vargas Llosa.
pal carajo con los chinos y los coreanos... a duras penas veo sus peliculas asi q dispararme un culebron coreano es como morirse en vida
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