jueves, 18 de abril de 2013

APRENDER A HABLAR (Y A PENSAR) DE NUEVO.


por Lorena Espinoza Arévalo

¿Alguna vez alguien, no cubano por supuesto, ha escuchado a hablar de un “pitusa”? ¿Qué me dicen de los blumers, ajustadores, kutaras, cristales, habichuelas, cachú y otro sin fin de palabras total y absolutamente caribeñas?

Bien, a mis 25 años, por esas cosas de la vida -léase casamiento y cambio de país-  yo llegué a vivir a Cuba, específicamente a Cienfuegos, La Perla del Sur, la ciudad más linda de la isla (según los propios cienfuegueros).

En ese entonces yo era joven, aventurera y con todo un mundo de curiosidades a mis pies. Así que rápidamente, en mi calidad de “recién llegada vecina” del Jagua, me adentré por las calles de mi nueva ciudad. Empezando por la Avenida 35, la Calzada, el Boulevard, el Prado y todas las calles caminables. Convengamos en que yo, chilena, nunca antes había vivido en otro país de habla hispana, por lo tanto no tenía ni la más remota idea de los modismos ni menos de la jerga popular cubana.

Mi primer choque fue en la placita. Sí, esa placita donde venden verduras (para mi placita es el diminutivo de Plaza, el Parque de los cubanos). E ilusamente llegué preguntando por porotos, porotos verdes, zapallos, sandías, paltas. Horror, nadie los conocía y de apoco fui entendiendo: los porotos son los frijoles, los porotitos verdes son las habichuelas, los zapallos las calabazas, la sandía es el melón y mis paltas son los aguacates.

Y así, día a día, con la ayuda de mi muy querida y recordada vecina Cuca, aprendí a hablar de nuevo. El auto ya no fue más. Se convirtió en el carro. La vulca chilena es la ponchera cubana y la ponchera de nosotros es la barriga. Es decir la guata (otro sinónimo chileno para barriga)  en Cuba no existe y es, según entendí, el relleno de los colchones. Qué decir de los vidrios, que durante mi estadía se transformaron en cristales y la salsa de tomates, fue puré.

Pero no puedo olvidarme de los pitusa. Palabra increíble para señalar los jeans. El ajustador es el sostén y los blumers son nada más ni nada menos que los calzones. Es que los cubanos son medio elegantes: nuestros vulgares pañales son para ellos el “pamper”. Nada raro, si consideramos que hay muchas marcas de productos que con el tiempo se convirtieron “en” el producto en cuestión. Aprendí que sucede en todos lados.

Y la kutura son las chalas y el cachú es el kétchup. Pero solo en el oriente del país se usa esta acepción, porque Cuba es una isla larga y con identidad, y en cada provincia hay modismos, costumbres y hablares distintos. A mí me decían que parecía oriental, porque mi acento chileno mezclado con el cubano, sonaba así  como de guajira, y porque tomaba café en jarro. Nótese, jarro, no taza. Porque la tacitas de café en Cuba son buchitos.

Todo este nuevo despliegue idiomático y de lenguaje me hizo pensar y re-pensar mucho. Demasiado. Porque si en un país hablan distinto, obviamente sus interpretaciones son distintas. “Mija, pero tu estas gordísima”, me decían…. Y yo moría. Porque ser gordo en Chile no está bien. Al tiempo, cuando yo hacía full dieta, alguien venía y me decía: “pero tú estás seca, tú te estás muriendo”. O sea, no había término medio. Entonces comprendí que la expresión “que gorda tu estas”, es casi un halago. Significa que tienes qué comer, no tienes preocupaciones y por lo tanto, lo que consumes, lo aprovechas. Porque al cubano y a la cubana no le gustan los flacos. Les gusta “tener algo que agarrar”, diría un chileno. O sea harta cadera, pechuga, pierna y poto (o sea, fondillo). ¡Y qué decir del coger! “Coge recto, coge a la izquierda, coge a la derecha, vira aquí, vira allá”. Bueno, coger es coger, ustedes me entienden. Y usarlo así de buenas a primeras es aterrador. Atrás también  quedó mi habitual ¿Alo?, para reemplazarlo por un cantarín “Oigoooo”! y un simpático “Mira para esto”!, se incluyó en mi vocabulario.

Mis visitas al dentista se convirtieron en hora con el estomatólogo, una ecografía era una resonancia, un “remedio para la guata”, se resolvía con una metoclopramida, y así suma y sigue.

Con el paso de los meses me adapté, me convencí y hasta me mimeticé, pero nunca dejé de ser “la chilena”. Cosa curiosa, porque cuando volví acá, pasé a ser “la cubana”. Y por mucho tiempo se me quedó pegado algo de cubanía y hasta el día de hoy cuando algo me sobrepasa y me molesta, digo que  “esto está del carajo pa´lante” y cuando quiero ser enfática con ciertas cosas  no me olvido de declarar  que “mira que hay que tener cojones”.

Lorena Espinoza Arévalo
Chilena, patiperra, periodista y con algunos aporreos en esta vida.

12 comentarios:

  1. Oscar Yoendris Hernandez Olave Me gusto muchisimo el articulo e incluso descubri que hay algunas palabras que no conozco,como Kutura y en cuanto a la taza,sigue siendo taza,el buchito es el contenido de esta.

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    1. pero que tiene de sorprendente que un pais utiliza terminos que lo identifique,no es para hacer un articulo.

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    2. KUTURA ES UN ERROR MECANOGRAFICO, DEBIO DECIR KUTARA O MEJOR DICHO CUTARA, QUE ES COMO LE DICEN LOS POBLADORES DEL ORIENTE DE CUBA A LAS SANDALIA,CHINELAS, O CHANCLETAS

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  2. Yo lo encontre muy bueno y quizas lo que trato de escribir fue kutara como dicen los orientales y es verdad que a veses llegas a una casa y te preguntan quieres un buchito de cafe en vez de una taza de cafe

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  3. El articulo me parecbe excelente Lorena. Bienvenida a cienfuegoshoy. Divertido y refrescante. A mi con el coger me paso algo super comico y es que le fui a decir a una argentina, que estaba sentada en un grupo de argentino, que iba a tomar su nombre ... y le dije AHORA YO TE COJO.... aquello fue superembrazoso... y x cosas de la vida la chica termino siendo mi novia (por solo 2 d dias) FELICIDADES, espero siga colabroando con nosotros

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  4. Bravo Lorena!! Excelente tu artículo, muy bueno!! A mi me sucedió a la inversa, de Cuba llegué a Chile, ahí mi aguacate pasó a ser palta y el catarro, resfrío, pelarse es cortarse el pelo y así por el estilo!! Es muy divertido. Lorena tu viviste frente al Hotel Jagua? Eres de Temuco? Me parece que nos conocimos en Cuba.

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    1. Dyanelys, si, soy yo...

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    2. Lorena que bueno q eres tu!! Nos conocimos por Yunaiky, Bárbara y Julio, recuerdas q íbamos muchas chicas a tu casa? Ahí probé el pisco por primera vez. Te dejo mi mail, escríbeme para ponernos en contacto,estamos muy cerca: dianelys.dya@gmail.com. Espero!! Besos!!

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  5. jaja! Excelente! De lo más entretenido que he leído en crónicas de viajes. Y he leído bastante.

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  6. Muy bueno tu articulo Lorena a pesar que yo personalmente nunca he ido a cuba , me sentí super cercano al país Cubano y me gusto mucho la forma en que se expreso el articulo , un abrazo te felicito y espero tener mas artículos para seguir conociendo el mundo saludos .

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  7. Bienvenida Lorena, me entró mucha nostalgia, tengo tres grandes amigos con los cuales conviví en Oporto-Portugal, y en Granada España... con una chica chilena conviví mis primeros meses en Europa...y me fue casi más difícil entender su chileno que el portugués....a amigos chilenos, santiagueros, con los cuales fusionamos nuestras culturas en una amistad pero lejos de nuestras casas....soy cienfueguero...o al menos lo era culturalmente, porque desde la época que te comentó he adoptado términos chilenos también, que se me mezclaron con el portugués ..el andaluz, el catalán....de esa forma a este cubano le llegó la cultura chilena..un poco para saborearla y quedarme con ella.

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