GRACIAS AGENTE POR SU CONVERSACIÓN...NADA ESCONDO.

Ameno fue el diálogo, y aunque siempre hubo alguien que me tocó por debajo de la mesa o que me hizo llegar con su mirada ese sentido del miedo que transmite la censura, SEGUIMOS CONVERSANDO. No porque me considere un valiente empedernido, sino porque poco o nada tengo que ocultar, no he sido nunca de esos que andan con planes secretos, y mucho menos para desestabilizar estado alguno. Al contrario, soy de esos ingenuos que lo hablan todo o casi todo.

No fue de mis muchas conversaciones en esta visita a la isla la más interesante, pero fue una de las tantas donde pude darme cuenta del cambio que se respira, ya no sólo en la mentalidad sino en la realidad. Me encontré con una ciudad que pretende cambiar, me encontré con restaurantes de más de tres mesas, con venta de comida cubana en moneda nacional, y con una oferta que supera a la estatal. La gente se mostró más emprendedora y más deseosa de conocer, de aprender, de ver y de hacer.

El propio Agente intentó saber más de mi agenda, de los planes del sitio de Cienfuegos Hoy, intentó descubrir cuál era mi posición respecto a la política de la isla, y fue más lejos, fue más a la historia de Cuba, y yo, mojando mis labios con un trago de cerveza Cristal, dije sin temor lo que pensaba. Quiso saber de Camilo, de lo que se decía fuera. Quiso saber del Che, de lo que se decía fuera. Quiso saber de Raúl, y quiso saber de Díaz Canel.

Yo, Agente, cumplí con darte mi opinión al respecto, te hablé de cada caso, te hablé de cada uno con respeto, como hablo de todo el mundo. Te dije además, que podías profundizar y que podías buscar todos los datos relacionados con el asunto en internet, para que hicieras tu propio juicio. YO YA TENGO EL MIO. Pero te dije, y fue la intención que te llevarás lo importante, te dije que para mi, Cuba tiene que ser la de hoy, la de mañana, tiene que ser una Cuba donde superemos el pasado sin olvidarle, pero sin odios. Una Cuba donde las intrigas históricas no terminen por destruir la alegría que nos queda, la confianza que  gira en torno a nuestra propia idiosincrasia de cubanos. Te dije que podíamos todos, incluso tú, intentar hacer lo distinto, esforzarnos por levantar una nación donde cambiemos de verdad, y más allá de los discursos, todo lo que tiene que ser cambiado.

Lo que quiero Agente, es que entiendas que fui sincero, no porque me lo haya propuesto, sino porque no puedo ser ni actuar de otro modo. Nos volveremos a ver, te prometo que hablaremos de muchas más cosas. Muy probable seas tú también más sincero y muy probable comprendas, que la gente como yo y la gente que se han unido a este proyecto tan lindo, tenemos un alma noble y nos late un corazón por Cuba, por la Cuba de todos.

En nuestra alma no habita la maldad, piensa, piensa con detenimiento, en que hombres y mujeres como nosotros, que vivimos en otras tierras y en otras sociedades, no hemos dejado de amar lo hermoso de esa isla, y piensa, de que a pesar de la riqueza material que nos rodea, nos morimos por compartir una foto del Malecón de Cienfuegos.

Porque Agente, el amor a la Patria, no es el amor ridículo a una ideología creada por los hombres, como no es amar la hierba que pisa nuestras plantas.

Gracias por tu tiempo, siempre supe con quien hablaba. Faltó decirte que "Con la idea puesta en una patria mejor VIVO  y a ella me debo".

Escrito por Liber Yamil Barrueta Martínez