Según se informa en un artículo publicado en el Nuevo Herald por el periodista Juan O. Tamayo, siete cubanos que llevan casi tres meses detenidos en una especie de limbo migratorio en el sur de México afirman que sus guardias los están maltratando por exigir que se les permita continuar su viaje a la frontera con Estados Unidos.
Revelan maltratos a cubanos detenidos en México
Autoridades mexicanas mientras tanto estaban procesando el jueves a otros 19 cubanos que aparecieron en la costa caribeña de la Península de Yucatán luego de que el motor de su embarcación improvisada se descompuso.
Los 16 hombres y las tres mujeres, encerrados en un centro de detención migratorio en la ciudad de Chetumal, dijeron a periodistas locales que ellos habían salido 20 días antes de la provincia de Granma en el sur de Cuba. Las mareas y los vientos los arrastraron hacia el oeste.
Las autoridades mexicanas interceptaron al grupo de siete cubanos el 23 de marzo en la frontera al sur con Guatemala y los llevaron a un centro de detención migratoria en la ciudad de Tapachula. Un grupo local de derechos humanos celebró el jueves una conferencia de prensa en Tapachula para quejarse de que continúen detenidos.
“A nosotros no nos han dicho nada” de sus casos, dijo Roque Emilio Martínez Angulo, de 46 años, uno de los siete y ex miembro en Cuba del Movimiento Democracia, radicado en Miami, quien habló por teléfono desde Tapachula.
Los siete son familiares de algunos de los 116 presos políticos cubanos que fueron liberados por el gobernante cubano Raúl Castro en el 2010 y el 2011 y enviados directamente al exilio en España, conjuntamente con más de 500 familiares suyos.
Usando sus documentos de residencia temporal en España, los cinco hombres y dos mujeres volaron a Costa Rica y Nicaragua y luego se dirigieron por tierra hacia el norte con rumbo a la frontera mexicana con Estados Unidos, dijo la prima de Martínez en Miami, Isabel Martínez.
Las autoridades mexicanas en Tapachula decidieron que sus documentos españoles no eran válidos para viajar, según Martínez Angulo. Los siete entonces renunciaron a su residencia española y pidieron ser tratados como la mayoría de los demás inmigrantes indocumentados cubanos en México: que les dieran la libertad bajo un permiso de 30 días que les daría tiempo a llegar a la frontera.
Los cubanos que cruzan a Estados Unidos pueden quedarse bajo la llamada política de “pies secos y pies mojados”. La gran mayoría de los que son interceptados en alta mar son repatriados a la isla caribeña.
Martínez Angulo dijo que los guardias en el centro de detención migratorio de Tapachula han estado maltratando a los cubanos, y que hace cuatro días ellos golpearon a algunos de los hombres por exigir ser puestos en libertad y protestar por las condiciones del centro migratorio.
“Ellos están en una situación difícil”, dijo Ramón Saúl Sánchez, jefe del Movimiento Democracia en Miami. Él agregó que se había reunido con el cónsul de México en Miami, y que había escrito al presidente de México Enrique Peña Nieto para dar quejas sobre el caso.
tomado de El Nuevo Herald.
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