Escrito por Dagmara Barbieri López
Crear cultura sobre el peligro de los aceites usados como desechos peligrosos fue elobjetivo de un taller impartido por especialistas de la Unidad de Gestión, Innovación Tecnológica y Medio Ambiente, del CITMA en Cienfuegos.
La Empresa Comercializadora de CUPET resultó la sede del encuentro, y sus funcionarios disertaron acerca de encuestas realizadas a diversos organismos sobre el tema.
Expresaron que de 63 entidades examinadas, 19 no sabían del plan de manejo de los aceites usados, doce desconocían las condiciones de almacenaje y otras ignoraban los pasos para la solicitud de licencia ambiental.
Al respecto, Damiley Castellanos Ruiz, de la citada unidad, explicó que la ley 81 del medio ambiente, en su artículo 24, establece que toda actividad susceptible de producir efectos significativos sobre el entorno o que requiera de un debido control, debe obtener dicha licencia, por parte de la Unidad de Supervisión de su organismo.
Agregó que los aceites y lubricantes, una vez perdidas sus cualidades químicas fundamentales, clasifican como desechos peligrosos por estar contaminados con partículas metálicas del desgaste de piezas en movimiento y fricción o por oxidación del aceite, por eso, manipulados inadecuadamente causan daño a la salud humana y al ecosistema.
En el afán de diluirlos, son vertidos negligentemente en caminos, como forma artesanal de pavimentación, en la campaña antivectorial, para embadurnar la madera y los árboles, a fin de protegerlos de las plagas, y los ganaderos lo usan como recurso para eliminar las garrapatas que se adhieren a la piel de los animales.
El impacto ambiental no se ve a corto plazo porque la infiltración del lubricante hacia los mantos acuíferos es lenta y su degradación puede durar cientos de años, sin embargo el aceite contiene una serie de hidrocarburos no degradables biológicamente, que destruyen el humus vegetal y acaban con la fertilidad del suelo.
Tales desechos contienen sustancias tóxicas, entre ellas: plomo, cadmio y compuestos de cloro, las cuales contaminan la tierra.
Concluyeron que la Comisión Nacional de Desechos Peligrosos, luego de un profundoanálisis por la situación existente en Cuba, decidió elaborar un reglamento que regula elManejo Integral de los Desechos Peligrosos en el país: la resolución 136 del CITMA.
Por tanto, todos los empresarios deben estar en función de dar a estas sustancias nocivas el tratamiento adecuado y garantizar su recolección en lugares seguros, con vistas a su entrega a las empresas comercializadoras de combustible, para el correcto final de los productos tóxicos.
(TOMADO DE http://www.5septiembre.cu)
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