La historia nos la contó el doctor Jesús Hidalgo Rodríguez, quien cumplió misión internacionalista en la República Bolivariana de Venezuela entre el 2003 y 2007. Era parte de un contingente de médicos cubanos –poco más de mil 350 profesionales de la Salud- que iniciaban la Misión Barrio Adentro.
Jesús fue el protagonista de una peculiar historia. Era una noche cualquiera en la hermana nación y un miembro del cuerpo de seguridad del Presidente acudió al médico cienfueguero para que asistiera al mandatario, pues le había picado un insecto que trasmite veneno y algunas personas son sensibles al mismo… Chávez lo era y no lo sabía…
Cuenta el doctor Jesús que se trata de un gusano que provoca una reacción anafiláctica al inocular el veneno. “Llego a la habitación del Presidente y me lo encontré con los ojos cerrados, aunque sus signos vitales de acuerdo con la condición, no había riesgos para trasladarlo y por tanto asumí su atención, orienté los medicamentos necesarios, es decir el antídoto para ese tipo de veneno y le puse un tratamiento local, hielo…”
Y continúa el médico cubano: “A la hora y tanto respondió… en aquel momento perdí la noción del tiempo, me parecía que tenía en mis manos la vida de todo el mundo…me parecía increíble a la vez… pero me concentré tanto en la situación, en el momento, saqué de mi lo posible, porque no estaba ante un paciente cualquiera…
“Después llegó el nerviosismo, los temblores llegaron al siguiente día… pero me sentí muy contento cuando cerca de las cuatro de la mañana empezó a hablarme, me preguntó quién era yo … le dije, soy un médico cubano, le comenté lo que le había sucedido… su mirada lo dijo todo, sabía que estaba seguro, que había recibido los medicamentos correctos… porque trasladarlo a cualquier hospital era un riesgo…
“ Una vez repuesto conversamos de forma más íntima, me preguntó por la familia…” Jesús contó a la teleaudiencia cienfueguera que en aquel momento era el Jefe de Aseguramiento y Logística de la Misión, por lo tanto estuvo muchas veces cerca de Chávez, quien en sus encuentros sentaba a los médicos cubanos en la primera fila y para él tenía siempre una mirada de agradecimiento.
“ Cuando terminaba la reunión, se acercaba, me abrazaba –cuenta Hidalgo Rodríguez-, decía, mira este fue el primero que me inyectó… a él nunca lo habían inyectado, decía que cualquier medicamento menos una inyección… mira un cubano vino a inyectarme a mi a Venezuela…luego quiso que su país y el mundo supieran que un médico cubano lo había salvado…”
Un fragmento del programa Aló Presidente conserva el doctor Jesús en que el Chávez narró cómo este profesional cubano le salvó la vida. Es uno de los mayores tesoros, dice, que conserva en su vida y nos lo proporcionó para que fuera conocido por el resto de sus coterráneos.
Narró Jesús que una de las hijas del Comandante Presidente le llamó por teléfono para que viera un fenómeno meteorológico, que algo cruzaba el cielo… Chávez se asomó al jardín en Miraflores y no se percató dónde apoyaba su mano, lugar en el cual recibió la picada del gusano.
Ahora a Jesús le parece “estar viviendo ese momento, nunca lo voy a olvidar… su fallecimiento me duele mucho, pero no ha desaparecido, vamos a seguir en su nombre sus ideas, su ejemplo, Chávez vivirá por siempre…”
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