Yoani, María Elvira, y ese maldito rayo llamado Bloqueo.

La entrevista se desarrollaba tal y como había sido prevista. Debo reconocer que a diferencia de otras,  en las que María Elvira interrumpe a su invitado, en esta no ocurrió de ese modo, y pudo Yoani Sánchez desarrollar sus respuestas sin la interrupción de quien lanzaba las preguntas. 

Como recibí la información divida en tres vídeos, vistos en el canal de María Elvira en Youtube, así abordo el asunto, no con el objetivo de lanzar una crítica desmedida contra persona alguna, algo que no forma parte de mi estilo, sino para sentir plena satisfacción conmigo mismo de no haberme mantenido callado, demostrando de este modo, que los cubanos, si tenemos una opinión propia.

En los dos primeros vídeos se abordó la situación cubana partiendo de lo que se vive en la isla y de lo que vive Yoani como opositora o crítica del gobierno cubano. Todo, y no mucho, sino todo lo hablado y dicho por Yoani, ya ha sido escrito y descrito por ella misma en sus twitter o en su propio blog, y la gran mayoría de lo dicho, también lo puede escuchar usted, estimado lector, si visita la Isla de Cuba. 

Puedo o no coincidir con los testimonios, con las vivencias de Yoani, con sus argumentos, incluso puedo estar o no de acuerdo, pero lo que no puedo es, con ataques lacerantes a su persona, intentar que se le prive de su derecho a opinar y a decir lo que piensa. En este país, Suecia, mi suegro me ayudó a entender una frase de Voltaire: 

"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo". Otros dicen que la frase en realidad fue esta: "No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo".

Al final o al principio, mantiene la frase el sentido de luchar hasta la muerte por el derecho de los seres humanos, incluso nuestros contrarios, a expresar lo que piensan. Por tanto, la entrevista a Yoani, la veo no como un suceso espectacular de connotada trascendencia, sino como el cumplimiento de un derecho. 

Lo que si me resultó interesante de la entrevista y cuando se puso bueno el asunto, fue a partir del minuto 4:50 del tercer vídeo. Fueron unos minutos intensos, donde ambas, tanto la entrevistada como la entrevistadora, sudaron, aunque el maquillaje y el tono de la voz se mantuvo casi en un mismo nivel, tan similar, que parecía por momentos que hablaba la misma persona, debo reconocer que ambas fueron impecables en el oficio de dejar caer las palabras, con tal suavidad, que parecía haber sido ensaya la entrevista. Hasta el minuto 4:50 en que apareció el Tema más importante de todos, por ser el que divide el asunto cubano, Bloqueo o Embargo, no me había percatado del modo en que se había preparado el escenario de la entrevista. 

Si analizamos el enfoque de las cámaras, así como el entorno que rodea a las dos mujeres, hace que se les diferencie, y no creo que fue un hecho casual, esto estaba previsto. Tras Yoani, hay menos luz, La cortina, aún siendo igual que la que aparece tras María Elvira, en ella es oscura, y para colmos una lamparita de noche, sobre una mesa, nos recuerda a Cuba. Yoani, aún sentada en el mismo escenario que María Elvira, parece estar en Cuba, en esa Cuba que alguien se propuso que viésemos, donde la luz no es mucha, reducida a una simple lamparita. Yoani tiene poco espacio, detrás de ella no existe una distancia mayor, está casi arrinconada a una pared, esa de la que cuelga la cortina.

Por el contrario, María Elvira, tiene todo el espacio del mundo, tras ella la cortina no tiene el mismo color gris, un árbol o la imagen de algo similar a ello le transmite oxígeno, ella respira. Además, la luz no proviene de una ridícula lamparita, sino que todo es luz detrás de ella. 

Algunos pudiera resultarle estúpido este análisis, pero ustedes ni se imaginan el efecto real que esto produce, aún sin calcularlo, en todos nosotros. Es un efecto secundario enorme, al punto de que influye en el análisis de las palabras que se dirán en la entrevista.


La aparición del tema "Embargo", reservado con toda intención por María Elvira para casi el final de la entrevista, provoca una ligera crispación en el ambiente, porque la obliga a tomar una posición, y aunque persiste en mantenerse parcial y decir que no es ella sino, que es un profesor de la universidad de los Estados Unidos, al final admite que sí está a favor del "Embargo" a la isla. 

Lo interesante es como, ante un tema como este, ya las expresiones del rostro de ambas comienzan a variar, ya se están diciendo cosas de peso, se está entrando en el terreno movedizo que al final, define, mucho más que todo lo hablado antes. Es entonces cuando el escenario juega su papel, A Yoani, sentada en la parte más oscura, se le puede permitir, desde ese lado oscuro, oponerse al Embargo, pero María Elvira sabe, y lo sabe muy bien, que ella, sentada en el lado con más luz, no puede solidarizarse, por lo menos públicamente, con el Levantamiento de ese Embargo, porque le cortan la luz. 

Yoani, repite algo que no es ningún secreto para nadie, lo que Yoani pone nuevamente sobre la mesa, es lo que muchos cubanos repiten día tras día en la Isla y fuera de ella. "Hasta cuándo cojones vamos a estar escuchando hablar del Embargo?" "Hasta cuándo vamos a tenerlo como justificación?"

Sin-embargo, María Elvira reconoce que el Embargo, no es una justificación del Estado Cubano, va más allá y reconoce de que el Embargo pretende asfixiar al Estado Cubano, reconoce que sin el Embargo, el Estado Cubano podría llenarle la barriga a su pueblo, dándole de comer tres veces al día, reconoce, además, de que podría hasta garantizarle una prosperidad económica al estilo chino. Esto no lo digo yo, lo dice María Elvira. 

Yoani, recurre a la defensa de su posición tomando un aspecto, que debo decirles que no es ella la primera que lo plantea, esto ya se lo dijo Silvio Rodríguez a Jaime Bayly hace más de una década. 

"Permítanos probar sin el Embargo a ver qué pasa?"

Volviendo sobre el asunto, y sin entrar en politiquería, sin ni siquiera valorar el lado comunista o capitalista del tema. Aquí lo que veo claramente, es una absoluta y burda violación de derechos, de aquellos que dicen llamarse demócratas. Los cubanos nos hemos detenido en un punto, donde la intransigencia de unos pocos violenta el raciocinio de una mayoría. Estamos discutiendo y debatiendo sobre un tema de carácter humanitario, privando a los hombres del derecho a comer tres veces al día, con el mero objetivo de que se revelen contra un sistema que no conviene. 

En más de cincuenta años no ha funcionado, dice Yoani, a lo que María Elvira responde que si el gobierno le logra dar de comer al pueblo, entonces puede durar cien años más el sistema. 

De qué estamos hablando María Elvira? Donde está lo humano en todo esto? De parte de quién está quien prefiere que un pueblo pase hambre o que no tenga los medicamentos necesarios para que sus hijos no mueran de enfermedades curables y lo justifica en la imposición de una ley que viola todos los derechos, hasta el de ejercer la democracia? 

Basta ya de andarnos con rodeos. Si mañana mismo se llevase a votación la total derogación del Embargo, usted sabe bien claro, que la derrota sería aplastante, pero aplastante, y me atrevo, con el conocimiento que tengo del lado humano de la gran mayoría de mis compatriotas, me atrevo a decir que incluso incluyendo a la población de Miami, la derrota sería brutal, porque hasta en el propio Miami, serían muchos los votos en contra del Embargo. 

Es ese el modo en el que le han enseñado a usted y a quienes defienden esa posición a doblegar a los gobiernos? Matando a los hijos del pueblo de hambre, privándoles de comer tres veces al día. 

Es ese el modo en que vendrá la futura democratización de la sociedad cubana? Obligándote a tomar mi camino si quieres comer zanahoria?

Son sólo algunas preguntas para aquellos que se han tomado el trabajo de llegar hasta este punto del escrito. Yo abiertamente me sumo a los que abogan por una sociedad más justa, más democrática al modo de Voltaire, prefiriendo morir por defender tu derecho a opinar con libertad. Y me sumo al lado de aquellos, que cada vez somos más y no menos,  que decimos  FIN AL EMBARGO, AHORA Y POR SIEMPRE. 

Y lo hago con el convencimiento de que ese maldito rayo llamado bloqueo, puede partirme en dos o situarme definitivamente, en el lado oscuro de la escena. 

Por Liber Barrueta Martínez