GANÓ MADURO O CAPRILES?

El resultado, si vamos a los números, indica que el ganador fue Maduro; sin embargo es tan estrecho el margen que me atrevería a decir que ambos han perdido y que la situación para el pueblo venezolano se torna bien compleja. La división de los votantes en dos grandes grupos casi iguales, es la prueba fehaciente de los problemas reales que presentan los dos grandes partidos, más aún, es la señal de los problemas que le esperan a la sociedad venezolana.

Aceptar la derrota y aceptar los cambios que introduciría el ganador, es algo poco común en el Sur, acostumbrados sus habitantes a solucionar estos conflictos con revoluciones, golpes de estados, sonando calderos o con revueltas, que al final a lo único que contribuyen es a agravar la situación en el país y a profundizar las diferencias ya existentes.

Importante es señalar que en Venezuela no existe válvula de escape y que a diferencia de lo ocurrido en otros países latinoamericanos donde se ha logrado radicalizar una corriente política sobre otra expulsando o permitiendo la salida al exterior de los opositores, aquí, en el mencionado país, la gente no se va, nadie o pocos abandonan el barco, así que por tanto el enfrentamiento es crudo y duro.

Más allá de las posibles manipulaciones de la prensa nacional e internacional. Más allá de los intereses de terceros países en la desestabilización  de la nación atendiendo al significado que la misma encierra para el área. Más allá de todos estos factores reales, se debe reconocer que existe un estado de inconformidad manifestado en el voto hacía el partido gobernante, problema que debe resolver dicho partido lo antes posible, si los recursos persuasivos y militares se lo permiten, y si la oposición piensa más en la nación toda como una sola familia y no en intereses de otra índole.

Después de haber estudiado otros procesos similares ocurridos en otros países, por lo general, cuando se produce una votación tan apretada, es lo mejor optar por el consenso y gobernar con acuerdos, donde se escuche el reclamo del partido derrotado, evitando así un conflicto nacional de mayor envergadura. Ocurrirá esto en Venezuela? Lo dudo.

Triste es ver como nuestros pueblos no aprenden la lección derivada de las guerras. Como siguen prefiriendo la fuerza dura para solucionar cada conflicto, optando por el enfrentamiento irracional, en el cual, siempre los beneficiados son los vecinos del norte. ES UNA REALIDAD, y a la historia me remito.

A Maduro le costará gobernar y a Capriles, si hubiese ganado también. No se trata de quien gane una elección, sino de lograr que la Nación no pierda. Admiro a los países, que han logrado durante muchos años, mantener a la nación intacta a pesar de cada duro proceso, de cada enfrentamiento por el poder.

Una cosa debe quedarnos clara a todos, nada es eterno, y por tanto, es lo normal que en un país dónde existe el derecho al voto libre, y donde existen dos tendencias ideológicas consolidadas, que cada ocho años como mínimo, el pueblo se canse de quienes gobiernan y opte por el contrario, a veces como castigo a la incompetencia, a veces sólo para variar. Lo anormal, es la permanencia eterna de una tendencia en el poder, que sólo se consigue matando al contrario o expulsándolo del país donde nació.

Venezuela, América te necesita pero tus hijos, los nacidos en tu suelo, más.

por Liber Y. Barrueta Martínez