El árbol de Jagua representa el nacimiento de la ciudad de Cienfuegos, según la creencia de los primeros pobladores del lugar. A pocos días del aniversario de fundación de la colonia, conocedores de la leyenda promueven el conocimiento y cuidado de este símbolo local.
Si usted pregunta a algunos cienfuegueros qué conoce sobre el árbol de la ciudad, algunos lo relacionarían con la fundación, pero no lograrían decir el nombre, otros contestarían simplemente “yo no conozco nada”. Las respuestas son un poco inesperadas. En el escudo, en el nombre de la villa, en el Parque Martí o en el Consejo Popular de Reina crece, de muchas maneras, la Jagua.
Según antiguos documentos, los sucesos ocurrieron de la siguiente manera: “Y se fijó un árbol lozano de bastante elevación y redondeada copa. (…) Caonao degustó uno de aquellos frutos, su sabor era agridulce, tanto le agradó que decidió juntar algunos para llevárselos a su bohío cuando, súbitamente…un rayo de luz lunar hiriendo a los frutos en desorden amontonados hizo surgir de ellos a un ser maravilloso, una hermosa mujer la cual se llamó (…)”.
“Fue una diosa civilizadora porque enseñó a los aborígenes a cultivar la tierra, a trabajar la cerámica, a tejer…. Jagua es el nombre aborigen que encuentran los españoles a su llegada a este lugar”, precisa el arqueólogo e investigador Lester Puntonet.
Las comunidades neolíticas que vivieron en las inmediaciones de la bahía de Cienfuegos veneraban a Jagua. Hasta nuestros días llegan vestigios de aquellos homenajes religiosos. “Tuvo que ser muy importante para los aborígenes de la comarca porque la reflejaron en su arte y en las materias primas que utilizaban como la madera, el barro, la concha”, continúa explicando Lester.
En montes costeros o bosques que custodian ríos, el árbol alcanza entre ocho y quince metros de altura. Tronco recto, ramas bajas y hojas grandes originan un fruto parecido a la guayaba. En el parque “La Jagua”, el jardinero Norge Noreno se empeña en el cuidado de más de 190 plantas: “se le hace la poda, normalmente a los cuadrantes, pero al árbol se le da el ruedo, se chapea, se le quita la yerba mala y se pone más robusta y fuerte. Si no se cuida bien, se seca”. Algunas partes de la planta sirven para la elaboración de remedios que se utilizan, por ejemplo, en la cura de llagas.
De acuerdo con el investigador, “el principal propósito es que no se desaparezca completamente la planta porque hay una escasez muy grande de esta especie en Cienfuegos”. En ese sentido, Norge agrega que “cada año, al acercarse el aniversario de la ciudad, se siembra un árbol en el parque”.
Manantial, fuente riqueza y principio, significados de Jagua para los primeros habitantes de este lugar. A pocos días del aniversario de fundación de la colonia, urge conocer y cuidar este símbolo de la localidad.
por Laura Roque Valero
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