El homenaje al Día de los padres, este sábado se presentó en el Boulevard cienfueguero, el Proyecto de esculturas vivientes, EsculVi: LaMaternidad, la Fe, Madre de las aguas, el Clown de la Paz y el Hombre de Hojalata son las cinco figuras que representan varios de los integrantes del Teatro de los Elementos, agrupación especializada en el espectáculo de calle.
Los actores y actrices; Betsy Medina, Alioska Gutiérrez, Yoel Ramón Pérez Ruiz, Yanetsy Román y Miguel Pérez han diseñado sus personajes para acrecentar la belleza del entorno perlasureño e intercambiar con los espectadores que transitan. La magia, la pantomima, un beso azul, el canto, o una sencilla flor de papel recibió aquel niño, joven o adulto que intercambió con los originales personajes.
En diálogo con algunos de los integrantes conocimos de su trabajo de ambientación de plazas y calles en la Villa de Trinidad, actividad que realizan “Los Elementos” en coordinación con la oficina del historiador de la espirituana Villa. Y algunos espectadores deseosos de reconocer la calidad del trabajo dijeron que desde el primero de junio, Día Internacional de la Infancia, el paseo de Fernandina ya los está recibiendo en horas de la mañana.
Las “estatuas vivientes” poco conocida por los cubanos, son un fenómeno de moda en muchas ciudades del mundo. Ponen en su piel todo tipo de
materiales, como pinturas acrílicas de disímiles colores. Muchos se preguntan cómo hacen ellos que están sin pestañear largas horas ante el ir y venir de los ocasionales espectadores, y como luego, combinan la quietud con baile, música o algún movimiento cuando alguno de los admiradores les regala una moneda. El resultado de un cuerpo entrenado para ello es que logra un verdadero arte.
materiales, como pinturas acrílicas de disímiles colores. Muchos se preguntan cómo hacen ellos que están sin pestañear largas horas ante el ir y venir de los ocasionales espectadores, y como luego, combinan la quietud con baile, música o algún movimiento cuando alguno de los admiradores les regala una moneda. El resultado de un cuerpo entrenado para ello es que logra un verdadero arte.
La estatua viviente trasciende los límites de la obra de arte, deja de ser materia para ser sujeto humano e interactuar con el público. Decroux, creador del mimo corporal dramático, afirmaba que “El cuerpo representa lo invisible: emociones, tendencias, dudas, pensamientos”.
Y Yoel Ramón conocido en otras latitudes como el mimo cubano y líder natural de EsculVi, afirma que el actor, al transmitir sentimientos, es un sujeto en la mirada del público; de este modo deja la cosificación para tornarse obra viva.
por Julián Pérez Valdés tomado de RCM
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