Cuba
es sin lugar a dudas la más terrible de todas las dictaduras, tan terrible que
no sólo somete su pueblo al más cruel de todos los castigos robándole su
alegría, sino que además, es un peligro internacional tan grande para la
seguridad mundial, que los Estados Unidos de América no pueden borrarla de la
lista de países terroristas, esos que pueden poner en peligro la seguridad del Gran
Imperio.
Sin
embargo, lo que para algunos pudiera parecer una clara verdad, se confunde con
lo que ocurre en ese día a día de todos. Hablo de la Cuba de hoy, de los disidentes de
hoy, de los revolucionarios de hoy y de los políticos de hoy, no voy a
someterme al tortuoso análisis del ayer que tanto tiempo nos roba.
El
ayer pasó, para bien o para mal, pero pasó y hoy son otros los tiempos que
corren. Triunfo revolucionario, los muertos en los atentados, los cerdos
fallecidos en cada epidemia, los fusilados, Playa Girón, el avión de Barbados, los
alzados del Escambray, la escoria de los ochenta, los SR71, y muchos otros
enfrentamientos y crisis, ya olvidaba la de octubre, y todos y cada uno de los
hechos a los que se le ha venido dando día tras día su debida sepultura, entre
ellos, las escuelas en el campo y los deportistas revolucionarios que preferían
el amor y el cariño de su pueblo a los millones de dólares del Imperio.
Hoy
las cosas comienzan a verse, por suerte de otro modo, y ya se entiende que los
deportistas pueden continuar amando a su pueblo y jugar por dinero, porque para
ellos, se entiende ahora, no fue nunca lo más importante el dinero, sino
probarse en la mejor de las ligas como cualquier profesional amante de su
trabajo.
Lo
que complica las cosas es el intento de algunos por aferrarse a un pasado que
no existe, a una realidad que ha cambiado y que requiere de un análisis
diferente, más objetivo, menos agresivo, y más en función de facilitar el
camino para el entendimiento, no sólo entre los cubanos de posiciones políticas
contrarias, sino también entre aquellos que dentro de la propia isla, tienen
diferentes ideas, y defienden sus puntos de vistas optando por el diálogo como
única vía.
Lo
primero para poder vencer este retraso mental con relación a los tiempos que
corren, es ver la realidad tal cual. Quiero ilustrar mis pensamientos con dos
sencillos ejemplos.
El
primero tiene que ver con el concepto extendido en la media de Cuba: como la más terrible de todas las
dictaduras. Créanme que esto es algo que he analizado durante mucho tiempo
y por más que le intento encontrar la lógica al asunto, no acabo de
comprenderlo, creo que no lo comprende nadie. Los somalíes que conozco, los
libaneses, los curdos, los iraníes, todos exiliados políticos, jamás se les
ocurriría regresar a sus países de origen, y es que no pueden hacerlo, porque
en ello se les iría la vida o unos largos años de cárcel, muy probable el resto
de sus días tras las rejas de alguna olvidada prisión.
Muchos de ellos ni
siquiera son políticamente activos, sin embargo, aparecen en la lista negra de
los países mencionados, y eso es suficiente para que no vuelvan a ver a sus
parientes en su vida, salvo que estos logren escapar y se reunifique la familia
del otro lado. Considerados exiliados políticos, reciben el merecido
tratamiento, y los gobiernos que los reciben tratan por todos los medios de
asegurarles una vida distinta en su nuevo país, al suyo, no podrán volver.
Pero,
¿qué pasa con la terrible dictadura cubana y sus exiliados en el mundo?
Esta
es sin duda la respuesta del millón de dólares. Los cubanos nos montamos en una
lancha, en un bote, en una balsa, en dos palos unidos a martillazos y cruzamos las noventa millas que separan la
isla del Imperio. Nos enfrentamos a tiburones hambrientos, soportamos el calor
y el salitre, resistimos la sed. Los cubanos conocemos a una señora o a un
señor de unos 80 años, y nos parece joven para una relación, nos casamos y le
juramos amor eterno con tal de abandonar la isla. Los cubanos aguantamos como
muchos otros emigrantes el dolor que significa la separación familiar,
aprendemos nuevos idiomas, vivimos en Noruega, en Singapur, en Groenlandia con
tal de escapar de la más terrible de todas las dictaduras, y sin embargo, en
cuanto reunimos algún dinerito, nos pagamos el pasaje y regresamos a la isla.
Pero
a diferencia del Paraíso donde aquellos que blasfeman contra Dios y su Santo Espíritu,
tienen las puertas cerradas, a diferencia de Somalia y esos otros muchos países
mencionados, los cubanos, incluso aquellos que abiertamente se declaran en
contra del gobierno, tienen la posibilidad de regresar, de entrar, de salir, y
hasta de quedarse y montar un negocio por cuenta propia, este puede ser
vendiendo frituras, alquilando la casa, o haciendo política en contra de ese
cruel gobierno del cual escaparon y al cual regresan a montar su chiringuito.
Ayer
me comentaba un amigo exiliado político, que está esperando a que se le cumpla
el plazo que tiene que esperar, y que en cuanto le concedan la residencia, va
tumbando para Cuba. “Asere, Liber, si tú
me conoces desde chama y tú sabe que en Cuba yo nunca me metí ni me importó el
gobierno”, me dijo y luego vino
la risa.
No
sé cuántos exiliados políticos de otros países, desearían disfrutar de estas
condiciones que disfruta el actual exiliado cubano de buena labia y discurso conciliador,
donde a unos les habla de la férrea dictadura y a otros les dice que hay
adelantos, que se vislumbra el progreso, que se avanza. Cuántos somalíes o
libaneses hubiesen deseado regresar a sus países, sin el temor a que los
matasen al poner un pie en su tierra natal.
Los
cubanos, en los tiempos actuales, entran, salen, hablan por lo general en el
extranjero, sueltan todas sus penas e inconformidades, se presentan de ser
posible hasta en la televisión de cualquier país del mundo y arremeten contra
el gobierno cubano, y pasados los tres meses o los tres años acordes con la
ley, regresan y son recibidos hasta por el presidente del comité en persona y
se gastan, los cuatro dólares sudados en el extranjero o donados por los
caritativos contribuyentes americanos, en las nuevas paladares de Cuba, o en el
Rápido del Malecón, sin sentir temor alguno por su vida, y haciendo ahora lo
que está alejado para la mayoría de los cubanos, esos que permanecieron en la
isla.
Ni
siquiera hacen política a su regreso, al contrario, la familia y los amigos
cercanos, mientras juntos se beben el amargo contenido de una botella de
Havanna Club pagada por el perseguido político, le piden de favor al exiliado
que no hable de política, “de pelota
mejor asere, de pelota que al final, esto no lo resuelve nadie.” Y todos
echan las carcajadas pertinentes, y allí están juntos, el del partido, el de la
juventud comunista, el contrarrevolucionario de la esquina, el negociante, el
testigo de Jehová y el exiliado.
Si
no te has dado cuenta, realmente los tiempos han cambiado, y tenemos que
aceptar esta verdad que se impone, o continuaremos arrastrando con un retraso
mental que nos llevará a defender posiciones indefendibles, nos llevará a
entablar discusiones absurdas en Facebook, y nos llevará a no percatarnos, que
mientras nosotros continuamos viendo una Cuba del ayer inexistente, hay otros,
siempre los más listos, que se están planificando como vivir la Cuba del mañana.
Fin
de la Primera parte.
Remberto: Razón mucha razón en el escrito, por eso estamos como estamos, por estos tronco de yucas que quieren seguir aferrados a lo mismo y por los otros que se aprovechan de todo y viven de la muela entreverá que tampoco ayuda. Gracias Bror por el artículo y resiste las posibles críticas de los retrasados mentales.
ResponderEliminarMil gracias a ustedes los de Cienfuegos Hoy, no sé como lo hacen pero la están poniendo buena. Ya sus escritos y este espacio, está dando que hablar y dando quehacer.
Desde Texas, ustedes son los mios y les descargo hasta atrás.
Ramón Castro: Yo por eso entro con perfil falso aquí, escribo y critico al gobierno y a todos sus chibatones y después me voy para Cuba y quien me lo iba a decir, a mis 60 años me meto unas cubanitas que son unos bombones, entre 15 y 20 y al que no le guste que me pare. Castro me sacó de Cuba pero yo regreso y le levanto a sus mujeres. No soy malo por eso, yo me janie una bola de años preso cuando ustedes no habian nasido ahora me toca a mi jajajajajaja.
ResponderEliminarYo : no hay peor ciego que el que no quiere ver CUBA es una dictadura guste o no y las personas regresan porque quieren ver a los suyos y el gobierno lo permite porque les combiene o no te acuerdas de hace unos años , los deportistas, medicos, etc que no dejaban entrar pero claro si cierran de donde entra el $ que es lo que les interesa, y bien por el baboso que nos dice retrasados hay que ver quien es mas, aunque bueno, supongo que viviendo con doble moral se duerme tranquilo a favor del gobierno comunista y viviendo en el monstruo
ResponderEliminarLiber: Bueno ya veo que me dijeron baboso, y veo que además se me acusa de vivir en un lugar donde no vivo, de todas formas, mil gracias por los comentarios.
ResponderEliminarAh y lo de retraso mental, no le dije a nadie retrasado, más bien es el encierro colectivo de un modo de pensar que si se viene quedando detrás y muy muy retrasado con relación a su tiempo.
Gracias, repito, y hasta hoy, si de algo me siento satisfecho, es que en mi vida no he bajado la cabeza ante nadie, ni le he baboseado a nadie.
Julián el jabao: Esto es para el anonimo que puso Yo. Mira socio ojalá y tuvieras por lo menos el balor de poner tu nombre, por lo menos El Liber pone el de él y escribe diciendo lo que piensa. Esto quieras o no reconoserlo es una verdad real muy real. Tu me recuerdas a una jebita de Cienfuegos que habla mil mierdas del gobierno y se la pasa metida en Cuba gastandose el dinero.
ResponderEliminarA el Liber y la gente de Cienfuegos Hoy, sigan haciendo lo que hacen escribiendo como escribien, animo van muy bien, ya era hora de leer algo disitinto aqui en la red.
Si vieras y leyeras las cosas que a escrito Liber o Roberto sobre el gobierno cubano, y sin miedo, no hablarias tanta mierda ni pusieras en tu boca la palabra baboso para referirte a el, eres una retrasada mental o retrasado Yo.
Gorbachov: Sigan mi ejemplo, comiencen cambiando cosas desde dentro, busquen un líder en el propio gobierno, mientras más cerca de los Castros mejor, luego formen la cagazon cambien quiten, digan que van a mejorar el socialismo como intento hacer Eliecer Ávila y luego cuando tengan la sartén por el mango, digan A correr liberales del perico que esto es capitalismo a lo Lincon Diaz Balart y la Ileana Ross y listo.
ResponderEliminarEl pueblo, no que va, el pueblo nunca dice nada, el pueblo seguirá calladito sin internet, sin facebook, y esperando a que le caiga la comida del cielo, digo de Miami.
El escrito está bueno, lo reconosco, lo que quisiera ver la segunda parte, parece que la tiene. Los comentarios ecepto algunos tambien son buenos por lo menos se muestra el deseo de la gente chevere de compartir ojala y mas se atrevieran a comentar y sin miedo y sin anonimos que ofenden. Desde Rusia, Mijail Gobarchov el rey del barullo.
Yo: si te fijas bien cuando dije baboso y me refería a retrasado mental no fue a ti liber fue al primer comentario , el tuyo pese a no estar de acuerdo en todo lo entendi , y de que habla el jabao si tu eres mas falso que un billete de a 4 y tambien estas equivocado no soy mujer y llevo años sin ir a cuba y pongo lo que pienso y como quiero y tambien leo lo que escriben y lo que me parece bueno lo digo lo que no tambien , ahhhh y limpiate la boca que tienes algo pegado en los bordes
ResponderEliminarLiber: Yo, no hay problema, es que no entendí muy bien, de todas formas y te lo digo con la mayor sinceridad del mundo,como dijo Voltaire, " No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo." Esa es mi posición. Un saludo a todos.
ResponderEliminarYo: a mi no me gusta ofender solo me deje llevar por un comentario , y estoy de acuerdo contigo , cuba no es la mayor dictadura pero tampoco es la menor , tambien MARTI dijo "la libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía" tambien dijo una frase poco conocida en cuba " cuando un pueblo emigra los gobernantes sobran" no quiere decir que tenga yo la razon solo pongo mi punto de vista
ResponderEliminarRamón Castro: Yo si ofendo a malanga y si se de una pila burojón pullao de descarados y de rateros de baja mmoral que apoyan a la dictadura comunista. Yo no me meto en política, pero los cubanos merecen lo que tienen y mucho peor, mira como los tratan en el resto del mundo joder, porque no son capaces de luchar por sus propios legítimos derechos.
ResponderEliminarCuando estuve preso en Cuba, nadie y si cojones por ayudarme, al contrario, para ellos lo mejor era callarse la boca, así que se merecen lo que tienen.
A todos los que dejan entrar y salir es porque le conviene al gobierno, son todos chibatos y no ofrecen peligro, por eso viaja Berta Soler, por eso viaja Yoani, por eso viaja Eliecer, por eso estos muchachos escriben aquí lo que quieren y no les pasa ni cojones, hay qye ser muy tontos para no darse cuenta.
Todos trabajan para la seguridad cubana, todos. Y no tienes así entretenidos, a Cuba lo que hay que hacer es meterle un ataque con todos los hierros desde USA y con ayuda de la ONU para que tú veas lo que es bueno, y que no quede ni títere con cabeza, lo demás es apoyar al comunismo.
Marta: Ramón usted como siempre dando la nota, que persona más desagradable, no ve que nadie le hace caso. Aquí comenta gente seria, con dos dedos de frente y usted ni frente tiene, que vergüenza por Dios.
ResponderEliminarOiga Ramón, qué clase de persona (con el perdón de las personas, por supuesto) más estúpida es usted, tiene 60 años de grosero, charlatán e imbécil, debió haber gozado mucho de su tiempo en prisión, donde su perfil encaja perfectamente, o quizás donde perfectamente le encajaron el perfil a usted, se jacta de cada estupideces que dan puro asco, reflejo de su persona, y no por haber estado preso piense que le vamos a tener lástima, este cubano que le escribe cargó la pena de estar 5 años encerrado, pero el tiempo me sirvió para enderezar el rumbo, hallar a mi mejor YO, y saber valorar el amor de los amigos, la familia y cuánto duele mirar desde la distancia obligada aquellos a los que se ama. Y esos que digo están en Cuba, y por ellos doy la vida, y si tengo que ir a ayudarlos voy, no me hago el cieguito tropical a pura conveniencia, como el que a su madre misma ni 20 pesos le manda porque son para Castro, lo que dan es pena. Los cubanos del siglo XXI no inventamos la Ley de Ajuste Cubano, lo que inventamos cada cual a su manera es el modo de llegar al lugar, donde sea que este se encuentre, de ser felices al menos parcialmente y buscar, al precio que sea necesario, un mejor futuro para nuestros hijo.
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