Lamentablemente este no es el primer caso donde un nacido en los países nórdicos se enfrenta a ese otro mundo tan distinto del de ellos y actúa tal y como si aún se encontrará bajo la protección de las leyes de sus países.
En la India acampan donde les venga en gana sin pensar que de cualquier manigua saltan cuatro o cinco indios y se violan lo mismo al hombre que a la mujer, incluso si se encuentran un perro acompañate, también le meten mano. Después cuando los violados y robados acuden a las autoridades de esos países, siempre aparece alguien que les dice, que nadie les mandó a estar y andar por esos montes solitarios y desconocidos.
Ahora la afectada es una noruega de 24 años, pero en este caso, no fue ningún indio quien la violó sino que, según sus propias declaraciones fue su compañero, también noruego.
Pero veamos, lo que le ocurrió a la joven al reportar que había sido violada, antes quiero esclarecerle a quienes no conocen como funcionan las leyes en los países nórdicos, que por ejemplo en Suecia, vas a la cama con tu propia mujer y si ella al día siguiente se lo propone, pues acude a la policía y puede reportar el acto sexual como una violación, y en lo que el palo va y viene, estás acusado de violador. Pero veamos que le pasó a esta joven al intentar acusar a su compañero en Dubái.
Nota informativa de última hora : Al terminar este escrito, recibo la noticia de que Dubái perdona a la joven noruega violada, así que no cumplirá prisión.
tomado de El País
Tras denunciar a la policía que había sido violada, una mujer ha sido detenida, juzgada y condenada a 16 meses de cárcel por relaciones sexuales fuera del matrimonio, falso testimonio y consumo de alcohol. Parece una pesadilla o el guión de una película de serie B, pero es lo que le ha sucedido a la noruega Marte Deborah Dalelv en Dubái, según ha hecho público la víctima y ha confirmado el Emirates Centre for Human Rights (ECHR).
“Informó a las autoridades de Dubái que había sido violada el 6 de marzo, pero le confiscaron el pasaporte y el dinero, y la encausaron cuatro días después”, señala el comunicado de esa organización de defensa de los derechos humanos.
“A la mañana siguiente al despertar [me di cuenta de que] me había violado, me había quitado la ropa y estaba tumbada boca abajo”, ha explicado la joven al diario noruego VG.Dalelv, una decoradora de 24 años que trabajaba en el vecino Catar, había viajado a Dubái unos días antes con otros compañeros. Al parecer, una de las noches fueron a una discoteca y estuvieron bebiendo. En algún momento, la mujer pidió a uno de ellos que la acompañara de vuelta al hotel.
Entonces acudió a la policía para presentar una denuncia, pero cuando el agente le preguntó si había recurrido a ellos “porque no le había gustado” la relación, comprendió que no la estaban creyendo. Empezó entonces su calvario. Fue enviada a prisión y acusada de haber mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio, algo que está penado en Dubái y en el resto de los miembros de la federación de Emiratos Árabes Unidos (EAU). Además, fue imputada por falso testimonio y consumo de alcohol sin tener licencia, un permiso que por otra parte sólo pueden obtener los residentes y que ningún establecimiento solicita.
Tras guardar silencio durante estos cuatro meses, Dalelv decidió hacer público su caso cuando esta semana el juez la condenó a 16 meses de cárcel. “Tengo que correr la voz… Después de la sentencia, ¿qué puede ir peor?”, ha justificado la joven. Su agresor, cuya identidad no ha trascendido, deberá cumplir 13 meses de prisión por relaciones sexuales fuera del matrimonio.
La apariencia de liberalidad del glamuroso emirato puede resultar engañosa. Para poder ganar un juicio por violación la legislación emiratí, basada en la Sharía o ley islámica, requiere que haya o una confesión del violador, o el testimonio de cuatro testigos varones y adultos.
“Este veredicto choca con nuestra noción de justicia. Es muy raro que alguien que denuncia una violación sea inculpada por delitos que en nuestra parte del mundo no se consideran tales”, ha declarado el ministro de Exteriores noruego, Espen Barth Eide.
Las gestiones diplomáticas han conseguido que los responsables judiciales le concedan la libertad provisional hasta que se vea su recurso de apelación el próximo septiembre. Entre tanto, Dalelv, que ha perdido su trabajo en Catar, no puede salir del país y tiene que residir en el Centro Noruego de los Hombres del Mar. Sus amigos han creado una página en Facebook para pedir su liberación.
Como recuerda el ECHR, el caso de Dalelv no es un incidente aislado. En diciembre del año pasado, una mujer británica que denunció haber sido violada por tres hombres, fue multada por beber alcohol. Con anterioridad, una emiratí fue condenada a un año de cárcel tras asegurar que había sido víctima de una violación colectiva, y una australiana pasó 11 meses en prisión por el mismo motivo.
estan del carajo las leyes en los paises esos
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