jueves, 3 de enero de 2013

Buena Fe: Contra las fieras de su tiempo



Israel Rojas revela los planes inmediatos de Buena Fe.“Puede que pase la vida y nos desfasemos porque somos de otra época, por ahora vivimos la realidad al detalle para interpretarla, sin enfoques de eternidad”, confiesa Israel Rojas.
Por un momento sentí la presión de los nervios ante la expectativa de entrevistar a un hombre cuya inteligencia deslumbra; pero el ambiente en aquella guagua resultó cálido cual conversación entre amigos; en solo segundos, Israel Rojas, integrante del dúo Buena Fe, era dueño de la escena como si el arte de la palabra fuera un componente inherente a su ser; ya sus canciones lo habían anunciado, pero vivir la experiencia superó cualquier ideal.
Háblame de aquellos muchachos guantanameros que salieron a conquistar con su música Cuba y el mundo…
“Somos los mismos y además diferentes; pasa el tiempo, pasa la vida, pasan las experiencias; suceden mil situaciones que a la corta o a la larga terminan por construirte, por cambiarte, y los cambios no siempre tienen por qué ser negativos, hoy soy más maduro, menos joven, incluso, creo que soy mejor creador que antes. Lo que sí mantenemos son las mismas ganas de seguir haciendo lo que hacíamos entonces, por eso estamos todavía aquí”, relata Israel, quien termina la frase con un nostálgico nos han pasado los años.
¿Cómo hacen para mostrar la realidad de los fenómenos que se dan en nuestra sociedad desde su posición de músicos, sin convertirse en repetidores de consignas?
“Te diría que siendo honestos y estando claros de cuál es nuestra función, tenemos mucho respeto por la gente que genera la realidad desde todas las esferas; jamás, por más arriesgado que sea el verso, ofenderemos a nadie. Tanto un artista, como un mentiroso inventan la realidad, la fina línea que nos separa responde a que, como nervio social, interpretamos nuestro medio casi con las mismas herramientas del mentiroso, pero con belleza, exaltando los mejores sentimientos humanos; nos movemos en esos límites, evitamos poner ‘trampitas’ que nos permitan alguna ventaja institucional, yo creo que las ventajas tienen que ser creativas y de trabajo; puede que las coyunturas no sean favorables en algún momento, pero a la larga se impone el trabajo bien hecho, es ahí donde está la diferencia entre el que va a lo suyo y el que anda buscando trampitas”.
Ustedes son la muestra de que las personas todavía quieren oír canciones inteligentes. ¿Crees que este tipo de composiciones peligre dada la aceptación de letras poco profundas en la actualidad por parte de los jóvenes?
“Esto tiene que ver con un conjunto de factores que están ahora mismo cambiando la realidad, no solo con el compositor, con los medios de comunicación o la sociedad; el cambio está, solo que algunos creadores y difusores no lo han percibido todavía, ojalá no se den cuenta tarde e intenten actualizar el quehacer de una realidad que ya no es, tal y como decimos en nuestro próximo disco: la calle evacuando las nuevas verdades y la cátedra atenta cambiando pañales.
“La poética urbana ha cambiado, es poco sabio tirarle a eso un rasero literario cual si estuviéramos en el siglo pasado, yo no creo que los ritmos tengan la culpa, el reguetón no es un ritmo ni bueno ni malo: es un ritmo; una manera de hacer bulla que puede en algún momento llegar a ser música si los creadores que están detrás se lo toman en serio.
“El puntito que tenemos a favor responde a nuestra laboriosidad, a nuestra pretensión de estar al lado de la sociedad cuando evacua las nuevas verdades para no andar cambiando pañales tan tarde. Así nuestros discos se parecen a su tiempo, eso ha hecho que las canciones tengan cierto imán porque la gente puede escucharlas y decir: eso es lo que nos está pasando, somos así, estamos viviendo de esta manera”.
Israel, hay quien dice que ustedes son los Ricardo Arjona cubanos, ¿qué crees de esto?
“No sabría si agradecer u ofenderme, Arjona es un gran creador, pero nosotros somos Buena Fe; eso demuestra admiración por parte de un público convencido de que lo foráneo siempre supera lo cubano, esa es la verdad, producto, entre otras cosas -sonríe y teme pecar de ‘muelero’- del bloqueo, o sea, la gente dice: son los Arjona cubanos porque Arjona tiene Grammys y nosotros no tenemos nada de eso, cómo vamos a tenerlo si vivimos en Cuba.
“Si pudiéramos asistir a esos eventos de tú pa’ tú a lo mejor la gente lo que diría es: ¡Estamos en la pelea!; pero no, comparan con lo de fuera, pasa igual con eso de que los Van Van son los Rolling Stones de Cuba, ¿quién dice eso?; esa es la mejor orquesta de música popular bailable que ha pasado por este país y una de las más grandes de música latina en el mundo, no son los Stones de nadie, no son los segundos de nadie”.
Háblame de los planes inmediatos…
“Ahora mismo estamos en esta gira nacional con la FEU a propósito de sus 90 años, el disco Dial saldrá en enero, lo cual implicará muchísimo trabajo de promoción y conciertos hasta su lanzamiento los días 8 y 9 febrero en el Karl Marx. Antes de culminar el 2012 participaremos en el festival de Aragua en Venezuela, uno de los tres más importantes que hay en América Latina; para febrero viajaremos a los Estados Unidos y probablemente a finales de marzo estaremos en Europa”.
¿Crees que, como dices en tu tema Para no ver eso, has podido domar a las fieras que ha traído tu tiempo?
“A veces sí, yo me siento muy contento de que los cambios visibles hoy en la sociedad hayan sido cronicados en algún momento por temas de Buena Fe y, aunque la realidad comience a superar esas canciones, estoy complacido porque quedaron como huella. Y yo me invento, sea verdad, o no, que esas letras fueron nuestro modestísimo granito de arena para poner en vox pópuli un sentimiento generacional, quizás hasta sirvieron de puente para hacer fluir ideas contenidas y que alguien al escucharlas dijera: espérate, debemos empezar a cambiar las cosas; entonces sí, creo que hay fieras traídas por mi tiempo que están tranquilas… (Sonríe); otras empiezan a aparecer, cada tiempo va a tener sus fieras”.

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