viernes, 25 de enero de 2013

CASOS NO RESUELTOS DE LA PRENSA CIENFUEGUERA. EL ASESINO DEL BIGOTON. I y II




  
Piensa en un país bajo una tiranía; pues es una prisión. Censura para la correspondencia, para la palabra. Se tiene un poco de temor; el pensamiento se hace más subterráneo, más profundo... Y todo se vuelve un poco falso, como apretado. (1)
                                                                             Carlos Montenegro

FUERA DE JUEGO, UN DOCUMENTAL "CENSURADO".


En un principio Dios creó la tijera, y luego creo el cinematógrafo, y cuando se dio cuenta que no todo podía ser visto decidió editar las cintas, a veces cortando por lo sano, o pagando justo por pecador. En un final – por suerte – inventó la acetona. Lo cierto es que nadie sabe quien creó “al censor” Probablemente desde que surgió la Iglesia, y/o también desde que los vivos se dieron cuenta que manteniendo en el oscurantismo a los bobos, limitándoles su gnosis, y que así podían seguir ellos en el poder más tiempo, robando más, engañando más, es que surgió la figura del censor.

Como en aquella película italiana donde el Alcalde del Pueblo, individuo de dudoso intelecto, era quien daba el visto bueno a la película: “taglia, taglia” – decía – y poco a poco iba restándole metraje al filme, reduciéndole esencia, sabor y belleza; así es que se procede. Convirtiendo la magia en sombra insípida y desmembrada. Volviendo a la época del Oscurantismo. Y ya no basta con que estemos en pleno Siglo XXI. Todavía por ahí andan ellos, tijera en mano, cortos de idea, medio ciegos, medio sordos y haciendo daño. Ya no les basta la tijera, ahora rompen el cinematógrafo.

<< Los censores, aves de rapiña intelectual, administradores de la hipocresía, deberían ser puestos en régimen de estricta vigilancia pública. En el código penal de cada país debería ser incluido un artículo estableciendo que «todo aquel que por prejuicio infundado, miedo o malicia, atendiendo a un interés personal y abusando de una posición de poder, conspire para restringir o impedir el acceso de otros individuos o del público en general a bienes de educación, información o cultura a los que tienen legítimo derecho, reconocido por la Constitución, será condenado a padecer de por vida el mismo régimen de ignorancia, falsedad, desinformación y enfermizo aburrimiento al que pretendía someter a sus conciudadanos >> (2)


EL SINDROME DE LA CAPERUCITA

                                   
Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado y a pensar y a hablar sin hipocresía. Un hombre que oculta lo que piensa o no se atreve a decir lo que piensa (…) que se conforma con obedecer a leyes injustas, (…) no es un hombre honrado.
                                                                                                           José Martí.

¿Quién le tiene miedo al lobo, quién le tiene miedo al lobo, quien….? Contenta por el bosque iba la protagonista del cuento infantil La Caperucita Roja. Cantando, sin sospechar que el Lobo Feroz, estaba disfrazado en casa de su abuelita, sita en Calle Prado esquina a Sta Clara… sí, porque “el malo” suele disfrazarse cuando de cometer fechorías se trata, o cuando quiere ocultarlas. Sí, para que nadie sepa.

Como quien quiere ocultar una verdad muy grande, como quien no tiene motivos para…, así, arrancándose un pelo de la barba Jotabich “rompe” el equipo de proyección y sin más opción, no de que la gente no viera a Bermúdez o a Yoldanis – como de modo simplista suelen imaginar y expresar quienes no saben diferenciar lo directo de lo subyacente – sino de ocultar, tapar, no dejar ver, saber…, así se actuó el día de la inauguración del documental “Fuera de Juego” en el Cine-Teatro Luisa de nuestra ciudad de Cienfuegos. ¿Qué representaban par de fotos, o un video de escasos cinco segundos donde aparecieran ambos “ex marineros” comparados contra las una, dos, tres verdades que se decía en el documental acerca del pésimo modo en que se atendió un equipo bicampeón de fútbol; o de las injusticias – varias y fuertes – con que se ha actuado contra los futbolistas de nuestra provincia y en general, se sabe, de todo el país? ¿Hacia dónde vamos con esta actitud de “taponear” nuestros errores; de ocultar? ¿Es que quieren que no se sepa que no somos perfectos o que somos ineptos o despreocupados? Unas imágenes, resumen de un documental donde se muestra un equipo campeón de fútbol nacional chapeando “su terreno de entrenamiento”  - como si fuera la primera vez que “El Cienfuegos” chapeara o hubiese chapeado el césped del Luís Pérez Lozano - …hilo de la entrevista “El Pudín” capitán del equipo bicampeón nacional, cogiéndole el ponche a una bicicleta en el portal de su casa para ganarse la vida, “poniendo las cartas sobre la mesa, los puntos sobre las íes”… ¿a quién le duele tanto? ¿Tanto que quieren impedir la proyección del documental a toda costa? ¿Para qué policías?

Sintonizando el dial. Ajustados a la tónica de siempre, a que nadie diga nada, a que nadie critique. “No vayas a decir eso” me había pedido Digno Rodríguez cuando le manifesté mi odio y repugnancia por la forma como había actuado Luis Padilla, el “del Inder en Cienfuegos” – y mi deseo de desenmascarar, una vez más, su hipócrita y fatua actitud- el día que el equipo de Cienfuegos de Polo Acuático discutió – y ganó -  la Final del Campeonato Nacional el año 1998.

Lo cierto es que, mi hermano, escucha esto: “Revolution, no pare el tren no pare, (…) estoy poniendo corazón, palabra, pensamiento, (…) porque somos el BOOM”  (3)

Para quien no ha sido atleta ni de segunda categoría, quién vive del que “luego te ven en la calle y te buscas un problema” hablar “mal” de un funcionario es un pecado. Tal vez otros, más cobardes, menos honestos, menos revolucionarios, prefieren pactar el armisticio, pero muchos – me incluyo entre ellos – no somos tan asustadizos. Y aclaro, yo no soy el único que ha querido “rebelarse”

Escriba para el público y no para caerle bien a un funcionario. A la hora de escribir, uno tiene que ser honesto consigo mismo y debe poseer la suficiente humildad para reconocer si lo que hizo estuvo mal o pudo estar mejor. Solo con capacidad autocrítica, se podrán tener todas las credenciales para intentar hacer algo mejor en el duro oficio del periodismo.” (4)

Y  no es que la “nueva generación” sea irreverente. No. No es eso. Es que cada cual ha asumido como suyos – y del modo que ha estimado conveniente – el concepto de Revolución.  Habrá alguien que diga, que quiera gritar más alto, que quiera imponer su criterio, amparado o no en un grado que ostente y por ello quiera aparentar más revolucionario que nadie pero a muchos de mi generación – y de generaciones anteriores a la mía y posteriores a la mía - no nos enseñaron que los héroes que cayeron por esta Revolución, derramaron su sangre en vano, para que esta fuera una Revolución de mentiritas, endeble y temporal. Y yo se que no estoy equivocado. La Revolución no es miedo ni censura. Es verdad, y para todos. Eso mismo piensa Erick Mendilahaxon. Estoy seguro. Por eso le agradezco el documental, por como lo hizo.

Y lo felicito, aun cuando haya pasado tanto tiempo, aun cuando no creo que el mismo sea un producto perfecto, aun cuando quisiera decirle que en matemáticas el orden de los factores no altera el producto, pero que en el arte sí, pues cada proyecto artístico, sea del género que sea, tiene una estructura, comunica, expresa sentimientos desde sus formas llámese líneas, colores, notas y que también lleva implícito una base, un esquema; las ideas tienen que estar organizadas. No se puede supeditar el canto del ruiseñor al ruiseñor mismo. Primero está la espiga. Luego la flor. De la oruga nace la mariposa. La idea principal, la tesis primordial del documental a veces se quedó supeditada “al éxodo” que a mi juicio era la idea secundaria, o la tesis secundaria del mismo. Pero esta es mi humilde opinión. La excelente conducción del mismo, el hilo progresivo de las ideas, de lo que se quiso expresar y del modo en que se hizo; la valentía con que se asumió el reto de decir lo que otros no dicen ni siquiera se atreven a “manosear en la periferia” le otorga un valor de diez puntos al documental “Fuera de Juego


 (1)  Carlos Montenegro, “La Herencia”  p.130, en El Renuevo y otros Cuentos www.cubalitetaria.com Publicaciones Cubanas en la red
(2)        Juan Orlando Perez, “Exquisita Censura” p.169 en Un juego de pelota en Londres y otras crónicas desgarradas, Cuba Literaria 2003, Publicaciones Cubanas en la Red
 (3)         Fragmentos de la canción de X Alfonso “Revolution”
 (4)         Luis R. Vázquez Muñoz “Los Detalles de un Cuento” Juventud Rebelde





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