Siguen los comentarios en torno a Cuba y su pelota. La entrada de varios peloteros a la preselección que se alista en La Habana para el venidero III Clásico Mundial y los posibles hombres que harán el grado a tan importante evento, son la “comidilla” del momento en el ámbito deportivo en nuestro bello Caimán.
Por tal motivo este miércoles les propongo otro trabajo al respecto, escrito por el amigo y excelente colega Michel Contreras, quien da sus puntos de vista y toca igualmente la Serie Nacional, certamen -donde según él-, el desaliento se abre espacio por lo que plantearon recientemente los directivos cubanos . Veamos…
Afortunadamente, se acabó el silencio. Frente a las cámaras de la televisión, la CNB rompió el mutismo oscuro que lacera su imagen y no le aporta nada, como no sean nuevos detractores. Menos mal, la llamada telefónica no quedó en espera.
No digo yo que se supiera cuanto debía saberse -varias preguntas clave persistieron en el limbo-, pero algo se dijo. Se habló de algunas inclusiones en la preselección, hubo signos de que se trabaja con la inteligencia a la par del esfuerzo, y algún que otro chispazo dejó claro adónde apuntan Víctor y su gente.
Diez peloteros se sumaron a la tropa que ya entrena en el Latino. Unos cuantos, porque hacían notar demasiado sus ausencias –Peraza, Manduley, Tomás, Pedroso-; otros, porque se lo ganaron en la Serie –Raúl González, Stayler, Carlos Juan Viera, Yasmani Hernández y Diosdani Castillo-; y el restante, Leandro Martínez, respaldado por la condición de zurdo y sus recientes prestaciones en la gira asiática.
Mientras ellos entraban, dos pitchers salían. Vicyohandri Odelín y Yulieski González perdieron la opción de repetir presencia en el Clásico Mundial, aunque por desgracia nada se preguntó ni dijo sobre tal decisión del cuerpo técnico. Ni tampoco -¡qué lástima!- se profundizó en el affaire Ariel Pestano, ni hubo ninguna referencia a las notables exclusiones de Michel Enríquez, Malleta y Duvergel.
Sin embargo, hubo luces. Especialmente las que tuvo a bien darnos el manager, quien adelantó la posibilidad “de tres a cinco cambios en la nómina de 28 jugadores”, puso el dedo en la llaga del escaso liderazgo ejercido por los veteranos en diamantes extranjeros, y casi aseguró a Eriel Sánchez como titular en la receptoría.
Víctor mostró preocupación por las ya tradicionales dudas ofensivas del equipo –de ahí la lógica entronización de un catcher bateador-, y se detuvo en casos particulares como los de Pedroso (“que está duro pero descontrolado”) y Raúl González, a quien atribuyó limitaciones técnicas que hizo extensivas a otros hombres de la preselección.
El legendario outfielder resumió su secreto para el éxito en una frase lapidaria: “Hay que dar el hit bueno”. Más allá de tener una tanda alta poderosa, aseveró, lo que Cuba requiere es que sus bateadores logren conectar con oportunidad.
Siempre más comedido, Jorge Fuentes hizo énfasis en la relevancia del ‘juego chiquito’, mencionó los afanes por mejorar la ejecución del toque, confirmó que el scouting de los adversarios no ha sido ignorado, e informó que la escuadra partirá el 14 de febrero con rumbo a Taipei, donde comenzará a topar dos días más tarde.
Otra buen noticia que deparó el espacio fue la referida a la transmisión “de todos los choques del evento por la televisión cubana”, poniendo fin así a las suspicacias con respecto a una supuesta omisión de los encuentros de la novena española.
Eso, en cuanto al Clásico Mundial. Que en lo particular, y de momento, veo con buenos ojos. Pero en lo referente al béisbol nacional, el desaliento se abre espacio…
Por ejemplo, se reafirmó que la Segunda División apenas va a contribuir al desarrollo, porque va a limitarse a los equipos no clasificados, para colmo de males, desprovistos de sus principales elementos. Y se dijo que, increíblemente, todavía no se sabe la sede del Juego de Estrellas. Y se anunció que, por un apego rígido a la torpe reglamentación vigente, no se celebrará el duelo sellado entre Villa Clara y Sancti Spíritus, pese a que podría haber incidido en el orden final de los elencos de cara a la solicitud de los refuerzos.
No obstante, hay que admitirlo, ayer la CNB cogió el teléfono.
Escrito por Rafael Rofes
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