Así tengo entre mis parientes a
repentistas, arreglalotodo, jodedores, arrieros, mentirosos y mil cosas más,
pero encima de eso, un HOMBRE ORQUESTA.
Pepe, así le dicen y ni se te ocurra decirle Venancio que ni él mismo se acuerda que se llama de esa manera, Venancio Labrada Seisdedos, ciudadano cubano y natural de Las Vegas, caserío que comienza cuando terminamos de subir la Loma de Ventana en el Escambray cienfueguero.
Este primo segundo mío es sin dudas un
tipo singular, toda su vida se la pasó de pequeño agricultor, o de pequeño
depredador, o de lo que sea. Campesino, eso sí, pero sui géneris, nada de grandes sembrados, sino pequeñas cosechas que
le permitieran vivir e irse de juerga. Animales para comer no pueden faltar,
legales e ilegales, sobre todo de los que viven en aquella zona, y como medio
de transporte, no sé, caballos, mulos…
Un día, me llama mi amiga Tania Otero,
directora del Museo de Sitio de las Plantas Medicinales, quien realiza una
envidiable labor comunitaria en la serranía del Escambray para mostrarme “algo
con lo que me iba a quedar boquiabierta”, me lleva frente a una computadora y
me muestra un video de aficionado, hecho por ella misma donde se mostraba a
Pepe con todos sus artefactos que parecía un OVNI, casi me ataco de la risa,
pero no tuve más remedio que “quitarme el sombrero” ante este hombre que entre
sus amigos le dicen “El loco” capaz de ejecutar siete instrumentos simultáneamente,
y lo mismo interpretar cumbia, samba, merengue, changüí, son y..., vaya usted a
saber cuántos ritmos más.
Investigado desde las variables
estipuladas del patrimonio inmaterial por los museos de la zona, es considerado
un HOMBRE ORQUESTA, ¡y claro!, no tendrá el conocimiento academicista, pero sí el
discernimiento,
la aptitud del nativo, la gracia y el criollismo cubano, que le granjean
el favor del público
y le auguran un buen futuro en su “carrera” de terco aficionado.
Por lo pronto ya ha hecho sus
primeras apariciones en el Telecentro Perlavisión, el periódico le ha dedicado más
de un espacio y también se presentó con buena acogida en las festividades carnavalescas
pasadas en Cienfuegos. Ha realizado intercambios de saberes con un colega suyo,
al igual que él, hombre orquesta, que ya es famoso por La Habana Vieja...,
y espera por otras oportunidades. Si alguien de mis lectores quiere ayudarlo
a escalar en esta vida, por favor, contáctelo a través de mí.
Por Tamara Rodriguez Puerto
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