Por: El Cojito Bibijagua.
Haciendo ejercicio de la reflexión, nos apura además pensar y cuestionar el resultado electoral en Venezuela, ocurrido en las últimas horas.
Definitivamente el pueblo venezolano con un 50,66 % de los votos optó nuevamente y de forma democrática por un proyecto de integración e inclusión de los sectores menos favorecidos, que históricamente han sufrido el desalojo, la pobreza, el divorcio de proyectos sociales, el engaño político constante y más que sostenido de las élites sociales y clases políticas tradicionales.
¿En qué condiciones llega esta decimoséptima victoria en quince años de elecciones democráticas?
Es probable que los afamados premios Guinness, reconozcan la victoria electoral de un Proyecto Social y Político, que en seis meses aproximadamente ha otorgado de forma pacífica y ordenada dos derrotas a una oposición que no cesó en ejercitar intentonas boicoteadoras en las dos campañas electorales. En esta que acaba de concluir, contó con una organización en tiempo de apenas treinta días, presentando la fuerza opositora dos años en la preparación de la campaña. Jamás en la historia política de esta Humanidad se ha registrado semejante hecho.
Después de la desaparición física del máximo líder Bolivariano, los ataques mediáticos, cibernéticos, económicos e ideológicos no estuvieron ajenos por parte de una oposición que defrauda a la inteligencia media, con recursos pocos políticos y estratégicos a modo de campaña electoral y con una pobre divulgación relacionada a los programas de gobiernos a instituir en de una posible victoria.
La franja opositora, se apegó en esta ocasión a un discurso social, que mantenía una sombra, aunque poco visible, de algunos de los principios trabajados y garantizados por la fuerza social Chavista.
Aun así, los cantos de sirenas fracasaron en el proselitismo pseudopolítico que pretendió un alistamiento mayor de las masas populares.
Durante la llegada del Chavismo, la oposición política se ha encontrado con una derrota tanto en las urnas como en las intentonas golpistas con características de guerra sucia y mediáticamente desinformativa. Los factores mediáticos de la desinformación privada a nivel mundial, no cesaron por un momento en mal maquillar y difamar un proceso que ha sido retroalimentado por la presencia popular y la elección democrática en un país monoproductor, monoexportador, con una de las desigualdades sociales más grandes de América Latina, con problemas sociales heredados de gobiernos entreguistas y plegados a la potencia más poderosa del Mundo, donde los ataques del Imperio Global, no han descansado en intentar someter a una nación entera, su gobierno y su pueblo.
Venezuela encontró unos de los retos más difíciles de cumplir que consisten en desarrollar, industrializar, reducir la pobreza en los sectores desfavorecidos, en medio de una guerra donde le corresponde defenderse contra un Mundo Globalizado, Hegemónico, y Belicoso, en el que los grandes Grupos de Poder, declaran una guerra abierta a sus procesos revolucionarios y a la Revolución Bolivariana en su esencia.
Analizando el contexto Geopolítico actual de la nación suramericana, no existe un estrecho margen en números de votos, en una Venezuela dividida y atacada, donde la voluntad de la mayoría representada democráticamente decidió una continuidad del proceso Chavista, Socialista, Integracionista, que lejos de ser perfecto, lucha por una mayor inclusión social y por una Patria Grande para todos y con todos.
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