Dentro Lola. Escucha tu pena - se podía leer en aquel letrero medio raro a la entrada de un hotel en Tejas Calientes.
Me lo habían recomendado, más que por las chicas, porque los propietarios del lugar vendían un vino excelente. Asi que agarré mi auto y terminé en aquel lugar magnífico una noche cualquiera de noviembre.
Al entrar me llamó la atención que en una esquina de la barra había una chica, vestida de azul que lo controlaba todo sin apenas moverse de su asiento. Como era mi primera vez en aquel lugar me detuve a mirarla un buen rato. Ella se dio cuenta y me hizo una seña para que le acompañara. Rechacé la invitación en un primer intento pero ella insistió. No quise ser grosero y me senté a su lado.
- Me llamo Lola, Lola Democracy. That´s my name.
Me contó que todos, absolutamente todos los clientes del lugar, decían conocerla pero que en realidad ella solía cuidarse de los espejos. Me contó además que había viajado por casi todo el mundo. Que había tenido la dicha de conocer muchos personajes. Que algunos se habían enamorado de ella, que le habían ofrecido, prometido - incluso en su nombre - pero que también la habían usado muchas veces y que por eso, ella siempre regresaba al mismo sitio.
- Este lugar me encanta, es magnifico, no lo regento pero es como si lo hiciera, todo el que entra me ve, me gusta que me vean, aunque nunca logren entender porque me paso toda la noche aquí sentada. Nunca espero a nadie, ni tampoco espero nada. Solo espero. Hoy por ejemplo es un día triste. Para algunos, pero para otros es bien alegre. No me importa mucho, mi deber es estar aquí, siempre con mi misma cara, ... casi siempre uso este vestido y otro que tengo, pero en rojo. Es tu primera vez no? Espero puedas seguir viniendo. Vienes a celebrar o...
- Vine a desahogar mi pena ... perdí un dinero en las apuestas. Aposté al caballo equivocado y bueno, aquí me ve.
- Es dificil seleccionar un buen caballo. Todos se parecen. Todos dicen ser de raza. He estado en varios hipodromos. Conozco de caballos. Alguna preferencia en especial?
- Ni tanto, ... bueno, no me gustan los caballos árabes... me gustan los Tennessee, los Morgan, los Quarter Horse, cual es el suyo?
- No apuesto a ninguno. Soy una eterna perdedora. De hecho, los que aquí vienen como Usted, a veces suelen culparme de sus derrotas y por eso no me inmiscuyo mucho en esas cosas. Mi función es otra. Sentarme aquí en esta esquina. Cantar un bolero. Decir a veces que sí, a veces que no... y mientras, el tiempo que pase y ... ya te dije mi nombre. No lo olvides. Que piensas hacer?
- Esperar como tú Lola, también esperar... mientras, eso sí, por favor, cántame uno de esos boleros tuyos y compartámos un trago por mi derrota.
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