jueves, 20 de junio de 2013

Colombia, la Patria Grande y el secuestro del Uribismo.



Por: El Cojito Bibijagua.

A mis amigos  colombianos, 
a mi  Ligia que sufre también por la injusticia.

Los casi quinientos años de dominio colonial y neo-colonial han plagado Nuestra América de pillaje y bandidaje político en lo ancho y largo de la región, incluyendo las islas y montículos de tierras que plagan el Caribe. La ERA pre-colombiana también presentó similar flagelo, pero la desgracia se nos multiplicó con la venta innecesaria de una Democracia de pinceles y lienzos.

Hemos tenido, de todo un poco, un cóctel de ideologías y principios: Guevarismo, Zapatismo, Fidelismo, Peronismo, Chavismo, por solo citar algunos. Pasados algunos años la carrera por la patentación de alocadas ideas  ha llevado a que algunos se apresuren por la creación y manufactura del Uribismo.

Por sentir el dolor intramuscular, en el miocardio y la anhelada necesidad de obtener definitivamente una libertad sin ladrones de sueños y de vidas es que se centra este pequeño texto.

Buscando la necesidad de la comprensión y el análisis, me arriesgaré a navegar en estas aguas, respetando como hago, y amando como tal a la cultura colombiana y a su gente.

Tiempos antes, en  la época por la Independencia Latinoamericana, por la formación de Patria Grande, esta fértil madre tierra dio a luz a muchos de los más grandes libertadores  e independentistas de la gran nación suramericana,  José Acevedo y Gómez, Antonio Baraya, José María Carbonell, Manuela Beltrán,  María Antonia Santos, son algunos de los grandes formadores de la conciencia colombiana.

La vida política de esta tierra ha estado siempre liderando el contexto político americano. Fue en las calles de Bogotá, en abril del 48 donde unos jóvenes cubanos decidieron tomar, como medio de liberación, las armas, luego de  haber sufrido junto con la ciudadanía bogotana, por la muerte de Gaitán, una derrota impuesta por criminales politiqueros. El Bogotazo fue la llama que encendió la decisión de usar la guerra de guerrilla en  Cuba como medio para derrocar a una dictadura impuesta por Norteamérica.

No escapa en ninguna de las situaciones actuales, que se secuestre la verdadera libertad de un país que posee más riqueza que cualquier otro en el planeta.

Antes un neoliberalismo atroz, la sucesión de politiqueros de mala monta, de familias adineradas, oligarcas con patrimonios altamente cuantificables, la división nacional es una realidad lamentablemente cuestionada.

El 64 aportó la creación de un grupo militar nombrado las FARC, reconocidos por algunas naciones occidentales como terroristas y nombrados por otras como un grupo beligerante e irregular.

En estos años de guerra continuada, donde los más escépticos patentaban las razones del combate directo por el uso de las armas, muchos representantes del gobierno hincharon sus bolsillos con el negocio de la violencia.

Los años corren y la presencia de mandatarios que en nada aportan a la paz colombiana y a la creación de una nación sin violencia y con mejora sociales para todos, es que aparece unos los personajes más analizados.

Entre los más polémicos mandatarios colombianos,  siendo querido y odiado en un país dividido, entre derechistas e izquierdistas de nueva etiqueta, se encuentra, Alvaro Uribe Velez. Millonario, político, mafioso, narcotraficante y paramilitar son algunos de los muchos calificativos que posee.

Entre las prácticas de Uribe, una de las más discutidas es la creación de grupos paramilitares, para fortalecer la lucha antiguerrillera. Los crímenes de lesa humanidad se dispararon en estas tierras bendecidas por Dios. La aparición de más de 3500 asesinados, los llamados Falsos Positivos, dieron a luz en un contexto beligerante y antidemocrático. Los Falsos Positivos, se denominan a los ciudadanos comunes, que lejos de ser guerrilleros, fueron dados muertos para justificar la política belicosa del mandatario de turno. Las ejecuciones extrajudiciales y crímenes de guerra, se convirtió en el pan de cada día a partir del 2008. Aún se encuentran en investigaciones algunos de estos actos criminales.

Llegaba de esta manera la creación  de la Parapolítica.

El número de desplazados llegó al punto más alto en la historia de la gran Colombia, más de 4 millones de personas fueron forzadas a salir de sus tierras, víctimas de las políticas violentas y la justificación de la guerra como medio de paz, campesinos y población en general se vieron involucrados en un desplazamiento forzado.

Los actos de corrupción, dentro del Gobierno Uribe, estuvieron presentes en la gestión política del Estado. El escándalo más sonado y denunciado es sin dudas el AIS, Agro-Ingreso-Seguro, programa creado para subsidiar a los campesinos de bajos recursos económicos, y cuyos fondos fueron a parar a cuentas de empresarios, los cuales mantenían y mantienen estrecha relación personal con el mandatario antes mencionado.

El caso Ganda, el caso Vence, fueron notables por la magnitud corruptiva y amparada por los máximos responsables del Gobierno.

La violaciones territoriales, problemas fronterizos con naciones vecinas, el asalto militar que sufrió Ecuador por bombardeos del ejército colombianos en territorio soberano ecuatoriano, la intromisión en la política Venezolana, el amparo de golpistas venezolanos en las acciones de Caracas 2002, las acusaciones de parte del alcalde de Bogotá, que lo adjudica relaciones estrechas con el Cartel de Medellín, además de acusaciones de inserción  en tierras colombianas de paramilitares israelíes por parte del ex presidente, han abierto una puerta en las acusaciones y la demanda de un juicio internacional por crímenes de lesa humanidad para con el señor Uribe, diversos grupos de izquierda, y representantes políticos colombianos solicitan de forma pública que la justicia formule, e investigue los antes mencionados actos criminales.   
Entre todas las cosas que se pueden criticar o no, sobre la gestión política en la Patria Grande Colombiana, esta la reformulación que se está abriendo entre la población.

La Memoria Histórica, el reencuentro con la identidad nacional, el diálogo con las comunidades campesinas, indígenas, y obreras. El retorno a una conciencia continental y hemisférica, abre un camino a seguir, sostenible y revolucionario.

Colombia, es una tierra de todos, con gente linda, pacifica, inteligente. Tienes los más importantes recursos naturales, posee un universo cognoscitivo de miles de generaciones. Es la tierra del agua, de las orquídeas, de las plantas, de la música originaria. Es la tierra de las esmeraldas, del mestizaje, del indígena, de la mayor biodiversidad, la de referencia política y el Vallenato embriagador. La tierra de la belleza personal, del ritmo latente de su gente, de la cultura Muisca, aborigen, del Putumayo, la selva virgen. En fin.
Es una tierra donde la paz es necesaria, y donde la justicia espera sentada a que la tomen de la mano, y  que con apuro bien calculado, haga correr algunos bandidos que la tienen secuestrada.  

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