martes, 11 de junio de 2013

Ni pa´qui ni pa´lla, para dónde va la familia de Payá. Se pondrá el Nuevo Herald de acuerdo en lo que escribe.

Ahora dice el Nuevo Herald que los Payá no van a solicitar asilo político. Aquí el texto íntegro del artículo. Cienfuegos Hoy lo reproduce tal y como ha sido tomado del sitio del Nuevo Herald. 

Siete familiares del desaparecido disidente cubano Oswaldo Payá, que llegaron a Miami huyendo de la persecución del gobierno, se establecerán en el sur de la Florida como otras personas que llegan de Cuba y no buscarán asilo político, dijeron el lunes miembros de la familia y simpatizantes.
Eso significa que algunos de ello podrían regresar a Cuba si fuera necesario para continuar el trabajo de Payá, y se sentirían más seguros mientras promueven sus denuncias de que agentes del gobierno mataron al reconocido disidente hace casi un año, agregaron.
Carlos Payá, hermano de Oswaldo y quien vive en España, dijo a El Nuevo Herald que los recién llegados no solicitarán asilo y que pasaron el lunes buscando un sitio para vivir, registrándose ante la Administración del Seguro Social y siguiendo el proceso normal de llegada de los cubanos.
Antonio Díaz, miembro del Consejo de Coordinación del Movimiento Cristiano Liberación, de Payá, había dicho el domingo que la familia solicitaría asilo político en Miami.
Cinco miembros de la familia de Payá llegaron el jueves a Miami: su viuda Ofelia Acevedo, su hija Rosa María y su hijo Reinaldo; además de la madre de Acevedo, de 86 años, y una hermana. Una hermana de Payá y una tía habían llegado el 30 de mayo. Su hijo mayor, Oswaldo, se asentó en Miami unos meses antes.
Los familiares comenzaron a solicitar pasaportes y visas alrededor de un mes después de que Rosa María regresó a Cuba, el 16 de abril, de un viaje al extranjero, dijo Julio Hernández, miembro en Miami del grupo disidente fundado por Payá, el Movimiento Cristiano Liberación (MCL).
Durante el viaje de dos meses, Rosa María denunció la muerte de su padre y pidió investigaciones independientes ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Suiza, la Organización de Estados Americanos en Washington, y en decenas de otras presentaciones públicas.
“Hubo continuas intimidaciones y acosos contra la familia entera” después de que Rosa María volvió, dijo Hernández: desde personas que llamaban por teléfono a medianoche para gritar amenazas de muerte y obscenidades, hasta los agentes de la Seguridad del Estado, que les seguían a casi cualquier sitio al que fueran.
La familia estaba especialmente preocupada por las amenazas a Reinaldo, quien a los 21 años es el más joven y por lo tanto, quizás, el más susceptible a las presiones del gobierno, según Hernández. Reinaldo ha estado estudiando en la Universidad de la Habana.
Y si bien se cree que el activismo de Rosa María en el MCL y el viaje de alto perfil al extranjero les han dado un poco de protección contra el hostigamiento del gobierno, Reinaldo “no tenía este tipo de cubierta”, dijo Hernández a El Nuevo Herald.
A mediados de mayo, los familiares ya estaban solicitando los pasaportes y otros documentos que necesitaban para salir de la isla, añadió Hernández, pero mantuvieron sus planes en silencio. No estuvo claro qué documentos utilizaron para viajar a Miami, ya que algunos de ellos son ciudadanos españoles.
Bajo la llamada política de “pies secos, pies mojados” del gobierno de Estados Unidos, los inmigrantes cubanos ilegales son devueltos a la isla si son interceptados en el mar, pero los que ponen pie en territorio estadounidense no pueden ser devueltos. Un año y un día después de su llegada, los inmigrantes pueden obtener la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Los familiares de Payá podrían regresar a la isla según un nuevo sistema cubano de emigración, que está en vigor desde el 15 de enero. El sistema permite que los cubanos permanezcan en el extranjero durante al menos 24 meses antes de que pierdan su residencia en la isla. Después de eso, necesitan el permiso de La Habana para volver.
La seguridad de Miami también puede facilitar que la familia presente finalmente, ante en un tribunal español, una demanda mencionada desde hace largo tiempo contra el gobierno cubano por la muerte de Payá, agregó Hernández. Payá obtuvo la nacionalidad española porque su padre era de origen español.
Payá y un activista del MCL, Harold Cepero, murieron en un choque el 22 de julio, en el oriente de Cuba. El político español Angel Carromero, que conducía el auto, y otro pasajero, el político sueco Jens Aaron Modig, sobrevivieron con heridas leves.
Un tribunal cubano dictaminó que Carromero perdió el control del vehículo y chocó contra un árbol, y lo condenó a cuatro años de prisión. Carromero y la familia de Payá dicen que el vehículo fue embestido por detrás y obligado a salirse de la carretera por otro vehículo que transportaba a agentes de la Seguridad del Estado, que siempre seguían de cerca a Payá a cualquier lugar que fuera.
“Esta familia sufrió una tragedia, un crimen cometido por el Estado”, dijo Carlos Payá por teléfono desde Madrid.
Payá era muy respetado por haber organizado el Proyecto Varela, que recogió más de 25,000 firmas para pedir un referéndum sobre la libertad de expresión y otros derechos civiles. Fue galardonado con el Premio Sájarov del Parlamento Europeo en el 2002, y fue nominado varias veces para recibir el Premio Nobel de la Paz.
tomado del Nuevo Herald. 




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1 comentario:

  1. Esa es de las buenas jugadas jajajaja me gusta, aunque me parece un poco arriesgado para el futuro político de un país, creo que al final los Payá, si logran sentar cabeza en Estados Unidos, harán lo que hacemos todos, y es olvidarnos del asunto y dedicarnos a chatear y a comer mierda por internet.

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