por Roberto A. Lamelo
Es probable que Carlo Ancelloti sea hoy, el DT más
mediatizado en el mundo del fútbol internacional, luego de la salida
estrepitosa y con el rabo entre las piernas que protagonizara Mourinho a.k.a
Llourinho, del Real Madrid. A este mismo club vino a desembocar Ancelloti… a
tapar el hueco de la filtración, a dar la cara en la Liga, a jugar en el
terreno de juego y no a fajarse con los árbitros, a crear, a hacer su fútbol y
no a fijarse en que si fulanito o que si menganito. Ojalá su filosofía de vida,
y la filosofía que tuvo como jugador la lleve al Madrid. Sería hermoso.
Ancelloti formó parte – y como titular -, de aquella
máquina de jugar al fútbol llamada AC Milán, para mí, entre los mejores de toda
la historia. Alli estaba Maldini, Baressi, Rikjaard, Gullit y adelante, el asesino Marco Van
Basten.
Fue un defensa fino, de carácter y prestancia en el
terreno. De esos que empujaba, que sabía leer el partido. No por gusto fue
Capitán en tantas escuadras en las que jugó.
Si su palmarés como DT no ha sido tan amplio como
jugador, ha sido porque Ancelloti es fiel a sus convicciones y a su formación.
Fue un gran defensa, y su forma de entender el fútbol parte de ahí, de esa
creencia suya, que a su vez viene de su madre… ITALIA, de esa anquilosada y ya
no tan fructífera forma de jugar encerrados detrás, incatenati, arrebatar el
balón y mandarlo con uno o dos toques al área grande rival. El fútbol ha
evolucionado un mundo y Ancelloti ha sido juzgado, incluso dentro de la misma Italia,
por jugar un fútbol excesivamente defensivo.
Tuvo suceso en su primer año como
DT del Chelsea, equipo al que llevó al titulo, pero en el siguiente año, el
Chelsea, fue la ceniza de lo que había sido. Fue duramente criticado, no le
dieron una segunda oportunidad y tuvo que marcharse al Paris St Germain equipo
al cual llegó con una meta que no pudo cumplir. En honor a la verdad tuvo muy
poco tiempo para preparar el equipo – llegó cuando ya la Liga llevaba rato
andando y bajo la sombra del despido del anterior técnico-, y su resultado
fue peor que aquellos del Chelsea en la 2da temporada.
Su carrera como Dt ha sido marcada en los últimos años
por derrotas sonadas y contratos suspendidos o no renovados, pero el Madrid es un equipo
distinto, eso hay que reconocerlo y pudiera darle la tranquilidad emocional que
él necesita. Jugadores tiene para ello. Solo necesita acoplarlos… su tarea será
limpiar la mala imagen dejada por Mourinho dentro del Club merengue y fuera de este. Unir de nuevo a sus
jugadores, crear el clima necesario de confianza entre ellos y la dirección
técnica del equipo. De la gerencia no hablo. Todos sabemos que es un caso
aparte.
Veremos si de la mano del bambino Ancelloti el Madrid,
hala o no hala.
A ver si por lo menos se estira, como el queso de las pizzas.
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