jueves, 12 de septiembre de 2013

El Volleyball cubano recupera a sus atletas "desterrados"



por Roberto A. Lamelo


Fernando Hernández alcanzó el trofeo de líder anotador en la Copa Mundial de Japón 2011, el mayor premio de su carrera deportiva y su tesoro mejor guardado. La distinción es inédita en el entorno del voleibol cubano atrajo al club Nagoya, lo que lo convertirá en uno de los primeros voleibolistas de Cuba en probar suerte en esa nación asiática.

Dinamita, como lo bautizó un narrador de la televisión cubana en alusión a la fortaleza de los remates del opuesto zurdo, viajó a Japón en agosto pasado, donde permaneció durante 15 días y cerró su acuerdo con el Nagoya, sin que por ello haya renunciado a la selección cubana que, dice, le tiene las puertas abiertas.
Fernando_Hernandez_Ramos_1

Un giro inesperado y sin explicación hasta hoy dio su carrera deportiva a finales de 2012, cuando, según cuenta, desavenencias con el entonces DT, Orlando Samuels, lo conminaron a solicitar la baja del equipo, subcampeón mundial en Italia-2010 y entonces en la élite.


“Me insultó que el profesor (Samuels) me mandara de regreso a Cuba desde República Dominicana por bajo rendimiento en un partido de la Liga Mundial. En el Preolímpico de Alemania, días antes, me había llevado al banco en el primer set tras fallar un saque y dos remates”, recordó Hernández, quien tras ese incidente decidió salir del equipo.

Rodolfo Sánchez, actual entrenador del equipo, a sugerencia del Comisionado Nacional, Ariel Sainz lo ha llamado de vuelta al equipo y el zurdo ha respondido que sí.

Curioso el llamado, sin dudas culpa del actual retroceso en la categoría del volley masculino cubano. No hay de otra. El Volley cubano necesita de legendarios paladines en el deporte de la malla alta si es que desea volver a la cúspide que antaño ocupaban los caribeños, pero...  ¿por qué solamente Hernández?

Bueno no, también estarán, al parecer, Osmany Juantorena y el pasador Hierrezuelo.

Pues porque el INDER no desea que aquellos que "provocaron un hueco en el Equipo tras su deserción" vuelvan a vestir la camiseta de las gloriosas cuatro letras: CUBA

¿Y... es correcta la medida? ¿Nos conviene que unos sí vengan y jueguen y otros no?



¿Por qué no también Robertlandy Simón? ¿Por qué no también Wilfredo León? 

A Simón, hace unos meses en Cuba se le preguntó si había abandonado el equipo Cuba porque le prohibieron contratarse en Italia o en Rusia. 



Estoy totalmente de acuerdo con mi colega Carlos M. Alvarez. No puede existir diferenciación. Si Hernández acepta, si Juantorena acepta, si acepta Hierrezuelo, estaríamos creando un claro precedente de típicos rompehuelgas dentro de las filas del deporte cubano. O vienen todos, o no viene ninguno. Si alguien decide no venir que sea él, el atleta, el que diga que no, y no que sea un burócrata apertrechado tras un buró en el Coliseo de la Ciudad Deportiva el que lo decida. Los amantes del volleyball cubano hace rato que dejaron de ver y escuchar esos discursos altruistas de quienes amparados en corrientes político filosóficas de hace 30 y 40 años, han clavado un remate en zona 2 en la espina dorsal de este, que hasta hace poco, era un deporte insigne en nuestra pequeña isla de apenas 11 millones y tanto de habitantes.

fuentes consultadas: www.cubadebate.cu y http://www.oncubamagazine.com/columnas/transplante/

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