jueves, 12 de septiembre de 2013

Las últimas horas del Che. Recopilación de relatos y frgamentos




Un 9 de Octubre de 1967 era ejecutada en la Higuera la controvertida figura de uno de los mayores idealistas revolucionarios del Siglo XX. Ernesto Ché Guevara.
En los años que ocupó la escena mundial, era la voz de los pueblos dominados por el imperialismo, el trato desigual que recibían de los organismos de crédito internacionales y de las multinacionales que hacían sus negocios sobornando a los gobiernos corruptos. 

Tenía razón. Pero las naciones comunistas no lo apoyaron. Fue un solitario luchando contra el capitalismo salvaje. Puso en los oídos del mundo detalles de la siniestra política norteamericana. Pero no se conformó con denunciarlo, pensaba que había enfrentar ese avasallamiento con la guerrilla. Pensaba que los pueblos lo iban a acompañar en la gesta que les permita sacarlos de la opresión, pero no pudo repetir la experiencia cubana. Eligió los caminos de Latinoamérica, mezclarse con los pobres a los que les ofreció su capacidad de médico, entender la realidad de los excluídos e imaginar cómo cambiarla. Luchó por un mundo mejor, el que él tenía como ideal.
¿Cuál Che Guevara está en nuestros espíritus? ¿El médico solidario y desinteresado, el guerrillero, el intelectual, el marxista, el que enfrenta al capitalismo?. Serán todos o ninguno, en función de quién lo observe.

 Para algunos será solo el poster, la lámina bicolor con su rostro enérgico o una canción de gran poesía. Para otros alguien que no dudó en matar a quién no pensaba como él. Está quién lo ve como una referencia ideal: llegar a donde quiso sin impedimentos, decir y hacer lo que pensaba, sin dobleces.
Eduardo Galeano escribió: ¿Por qué será que el Che tiene esa peligrosa costumbre de seguir naciendo? Cuanto más lo insultan, lo manipulan, lo traiciona más nace. Él es el más nacedor de todos. ¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario, en un mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan porque no se conocen?.

VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE, LE PENE A QUIEN LE PENE

Los documentos en poder de Federico Arana Serrudoera, en aquel octubre de 1967 Jefe de la G2, Inteligencia Militar del Estado Mayor boliviano, son de inmenso valor historiográfico. Son las fotografías de los últimos instantes del Che. Dos de ellas muestran al Che, dentro de la escuela. En una de ellas se lo ve casi de perfil sentado con las manos atadas. En otra cómo es trasladado en helicóptero a Vallegrande, donde fue colocado en el lavadero del hospital Nuestro Señor de Malta. 

En el combate de Quebrada del Yuro, Guevara fue herido de bala en su pierna izquierda, hecho prisionero junto con Simeón Cuba (Willy) y trasladado a La Higuera donde fueron recluidos en la escuela, en aulas separadas. Allí colocarían también los cadáveres de los guerrilleros muertos y también sería recluido al día siguiente, Juan Pablo Chang. Entre las pertenencias requisadas por los militares estaba el Diario que el Che llevaba en Bolivia.

 
Permaneció en exhibición pública durante ese día y todo el día siguiente, introduciéndosele gran cantidad de formaldehído para evitar la descomposición. 

Aprovecho para remarcar un relato fidedigno y contrastado de los últimos momentos del Ché.
El 9 de octubre por la mañana el gobierno de Bolivia anunció que Ernesto Guevara había muerto en combate el día anterior. Simultáneamente llegaron el coronel Joaquín Zenteno Anaya y el agente de la CIA Félix Rodríguez. Poco después del mediodía el presidente Barrientos dio la orden de ejecutar al Che Guevara. Existen dudas y versiones contradictorias sobre el grado de apoyo que la decisión tuvo por parte de Estados Unidos,120 pero lo cierto es que, tal como está registrado en el propio informe secreto de Félix Rodríguez, la CIA estaba presente en el lugar. 

Fue el agente Rodríguez quien recibió la orden de fusilar a Guevara y quien la transmitió a los oficiales bolivianos, así como fue él también quien le comunicó al Che Guevara que sería fusilado.121 Antes del fusilamiento Félix Rodríguez lo interrogó y lo sacó del aula para tomarle varias fotografías, las últimas en las que aparece con vida. El propio Rodríguez relata ese momento de este modo:

"Salí de la habitación, aquello estaba lleno de soldados afuera. Me dirigí al Sargento Terán que sabía que estaba siendo de ejecutor de todo eso. Le dije, sargento hay instrucciones de su gobierno de eliminar al prisionero. Me puse la mano al nivel de la barbilla. No le tire de aquí para arriba, tírele de aquí para abajo pues se supone que este hombre haya muerto de heridas en combate. <<Sí mi capitán, sí mi capitán>> dijo. Era aproximadamente la una de la tarde de Bolivia. De ahí entonces me retiré al lugar avanzado donde yo había fotografiado el diario y a la una y diez aproximadamente escuché una ráfaga pequeña.

“… Mandé a Terán que efectuara la orden . Le dije que debía dispararle (al Che) bajo el cuello ya que así podríamos probar que había sido muerto en combate . Terán pidió un fusil y entró a la sala con dos soldados: Cuando escuché los disparos anoté en mi cuaderno 1:10 pm, 9 de octubre de 1967.”
 
Entrevista de Félix Ismael Rodríguez a Claudio Gatti

Poco antes Simeón Cuba y Juan Pablo Chang habían corrido la misma suerte. En 1977 la revista Paris Match entrevistó a Mario Terán quien relató del siguiente modo los últimos instantes del Che Guevara:

"...Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. Ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: «¿Qué han dicho los otros?».

"Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: «¡Eran unos valientes!». Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. «¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!». Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto"
LA MALDICIÓN DE ERNESTO.

Una vez asesinado, los agentes de la CIA se llevaron un mechón de pelo de Ernesto como trofeo "Gustavo Villoldo le cortó un mechón de la escasa cabellera para dárselo a un boina verde de Estados Unidos que se lo pidió." luego de una rápida autopsia cuando se retiró la prensa le amputaron las manos para intentar impedir un futura identificación del cuerpo.

«Córtenle las manos y pónganlas en formol». 

La orden del general Alfredo Ovao Candia, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas, se cumplió en la madrugada del 10 de octubre de 1967, como precisó en su día el cubano y agente de la CIA exiliado en Miami Félix Rodríguez. Los únicos testigos de la amputación fueron militares. La prensa se había retirado a dar cuenta de que el Che, el diablo, el guerrillero sin fronteras, había muerto la tarde anterior en la escuela de la Higuera. Las fotografías de su cuerpo dieron la vuelta al mundo, pero el cadáver que mostraban ya no existía. El verdadero estaba mutilado. 


Ovando temía que Fidel Castro negase la muerte de Ernesto Che Guevara e incluso llegó a plantear que lo decapitaran y le hicieran llegar la cabeza como prueba «fehaciente». Las explicaciones de Rodríguez, en el sentido de que no era adecuado que alguien andase de un lado a otro «con la cabeza de un ser humano», le convencieron: «Córtele un dedo que nosotros tenemos sus huellas digitales de la Policía Federal argentina», sugirió el cubano. Ovando asintió pero, para que no hubiera lugar a dudas, quiso las dos manos. En Buenos Aires certificaron la identidad del muerto y devolvieron los restos a Bolivia

El general René Barrientos Ortuño, bajo cuyo mandato fue capturado y muerto Guevara, pereció al estrellarse el helicótero en el que viajaba, el 29 de abril de 1969. El general Juan José Torres, entonces jefe del Estado Mayor y luego presidente de la república, fue asesinado por terroristas en Buenos Aires. El general Joaquín Zenteno Anaya, comandante de la zona militar donde ocurrió el deceso del Che, fue ultimado en París, donde se desempeñaba como embajador, en 1975. El mayor Gary Prado, que se quedó con el reloj del Che como recuerdo luego de su muerte, fue nombrado agregado militar en Brasil. Una tarde, alguien lo confundió con un alemán al que perseguían y le disparó un tiro por la espalda, que le atravesó la columna vertebral y lo dejó paralítico para siempre. Aún vive confinado a una silla de ruedas. Roberto Quintanilla, alias "Toto", jefe de inteligencia del ejército boliviano en esa época, fue muerto por la terrorista alemana Mónica Ertlen, mientras se desempeñaba como cónsul en Hamburgo.

Andrés Selich, comandante de los rangers que capturaron al Che y uno de los últimos en hablar con él, fue asesinado siendo ministro del interior del presidente Hugo Bánzer Suárez. El general Mario Terán, uno de los que decidió que el Che fuera ejecutado, está loco desde hace muchos años y vive encerrado en un manicomio. Marcelo Ovando, hijo de otro de los generales que intervinio en el hecho, murió en un enigmático accidente de aviación, nunca aclarado. Boris, un hijo del general Bánzer, se mató de un tiro al corazón que se le escapó mientras limpiaba una pistola que, según se cree, había pertenecido a Guevara. Un hijo del general Edén Castillo se suicidó pegándose un tiro en la sien.

EN CONTRA.


Entre los actos censurables que le atribuyen a Guevara se encuentran las ejecuciones de cientos de opositores, principalmente cuando comandó la Fortaleza de La Cabaña, así como de campesinos en las regiones controladas o visitadas por sus fuerzas guerrilleras.

A FAVOR.


La extendida identificación con el Che Guevara en diferentes países del mundo ha sorprendido a muchos analistas que han intentado explicar el fenómeno recurriendo a diversas hipótesis: la búsqueda de ejemplos éticos por parte de la juventud, la identificación con su personalidad frontal, la comercialización de su imagen, su muerte violenta siendo joven, las similitudes físicas con Jesucristo.
Personalidades de las más diversas ideologías y características han expresado su simpatía por el Che Guevara, como Jean Paul Sartre, Juan Domingo Perón, los futbolistas Diego Maradona y Thierry Henry, el boxeador Mike Tyson,134 el líder disidente chino Leung Kwok-hung, el músico Carlos Santana, el actor Pierre Richard, el escritor Gabriel García Márquez, el líder checheno Shamil Basáyev, el grupo musical Rage Against the Machine y el dirigente sandinista Edén Pastora, entre muchos otros.

Interesante resulta también la comparación entre el Che Guevara y Evo Morales realizada por Indiana Reque Terán, hija del coronel Luis Reque Terán, uno de los militares bolivianos que condujo la lucha contra la guerrilla de Guevara en Ñancahuazú y terminó en su asesinato.

" Las ideas del Che Guevara eran buenas, pero fue un error tratar de usar las armas. El Presidente de Bolivia, Evo Morales, continúa los ideales del Che Guevara, pero lo hace de manera pacífica y en democracia, por lo que merece el apoyo de todos." 

Del legado futuro del Ché para las nuevas generaciones queda, tal vez, la mística del posible olvido en las futuras generaciones.

Un periodista expresaba al respecto:

" Asesino para unos, libertador para otros y para los restantes pura mercadería de gorras, insignias, camisetas y posters. Ayer mismo preguntaba a varios chicos, chicas de entre 20 y 30, sobre este personaje y dentro de sus revolucionadas meninges (su neurona sigue girando a 45 r.p.m. al ritmo de Lady Gaga o el reguetón-ton-tón de turno) habían oído algunos comentarios y leyendas (¿a sus abuelitos ñoños?)
Incluso uno me dijo "¿El que fumaba puros y llevaba boina?". Bueno, a veces no está hecha la miel para la boca del borrego. Generación Ni-Ni. O sea Ni puta idea, Ni falta que hace. Vaya futuro..."


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