por Roberto A. Lamelo
No es Argentina, no es Sudáfrica, no es Japón, no es USA...
Los datos los trae el segundo
Informe Mundial de la Felicidad, elaborado por la Red de Soluciones para el
Desarrollo Sostenible (SDSN) que indica que el país más feliz del mundo es Dinamarca,
seguido de Noruega, Suiza, Holanda y Suecia. El sexto puesto le
corresponde a Canadá. España, por su parte, ocupa la trigésimo octava posición
del ranking, que incluye a 150 países.
Según el documento, a nivel global la felicidad ha aumentado ligeramente en los últimos 30 años. Existen seis variables claras que afectan a las variaciones en la felicidad de los países con el paso del tiempo: el producto interior bruto (PIB) real per cápita, la esperanza de vida sana, el apoyo social, la libertad percibida para tomar decisiones en la vida, la percepción de la corrupción y la generosidad.
El informe muestra también que las personas felices viven más, son más productivas, perciben más ingresos y se comportan como mejores ciudadanos. Además, en los países desarrollados las mujeres son más felices que los hombres, y las personas de mediana edad son más felices que el resto. Por otro lado, el factor individual que más afecta a la felicidad de un país es la salud mental.
"Medir y analizar sistemáticamente la felicidad puede enseñarnos mucho sobre el modo de mejorare", afirma Jeffrey D.Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbi el bienestar mundial y el desarrollo sostenibla y director del Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN). Al fin y al cabo, asegura, está comprobado que el bienestar de la población aumenta el desarrollo económico y social.
Según el documento, a nivel global la felicidad ha aumentado ligeramente en los últimos 30 años. Existen seis variables claras que afectan a las variaciones en la felicidad de los países con el paso del tiempo: el producto interior bruto (PIB) real per cápita, la esperanza de vida sana, el apoyo social, la libertad percibida para tomar decisiones en la vida, la percepción de la corrupción y la generosidad.
El informe muestra también que las personas felices viven más, son más productivas, perciben más ingresos y se comportan como mejores ciudadanos. Además, en los países desarrollados las mujeres son más felices que los hombres, y las personas de mediana edad son más felices que el resto. Por otro lado, el factor individual que más afecta a la felicidad de un país es la salud mental.
"Medir y analizar sistemáticamente la felicidad puede enseñarnos mucho sobre el modo de mejorare", afirma Jeffrey D.Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbi el bienestar mundial y el desarrollo sostenibla y director del Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN). Al fin y al cabo, asegura, está comprobado que el bienestar de la población aumenta el desarrollo económico y social.
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