CONSIDERACIONES SOCIOLÓGICAS Y HUMANAS. LA ACEPTACION DE LO DIVERSO.
“(…) El desbordamiento demográfico del Tercer Mundo, los índices de desempleo, la precaria calidad de la vida impele a buscar, en otras tierras, la prosperidad que no logra alcanzarse en la propia. Pero la prensa mundial no habla o habla poco de todo ello”
Lisandro Otero
El análisis del movimiento migratorio - y dentro de ello aunque quizás muy poco y más bien mediático y “farandulero” las deserciones de deportistas - se ha abordado de modo controversial, como pieza dentro del rompecabezas que significa la complejidad del estudio de los movimientos sociales e identitarios de cualquier país. Su inserción dentro del análisis de la dinámica social y cultural de los últimos años del siglo pasado – y aun del presente - resulta mucho más compleja de lo que se imagina.
Transcurridos muchos años, El Estado Cubano aun trata de mantener una homogeneidad ideológica que conduce a la homologación de identidades, para garantizar, dentro del sistema político y el orden moral, la cohesión e integración entre todos los individuos de la sociedad asumiendo ciegamente la no existencia de una diversidad. El que “abandona” el país y la Revolución aun constituye figura negativa, sujeto que no pertenece a un “nosotros” que todavía se supone como compacto y homogéneo.
Dicho así, de modo “refinado y científico”, el tema constituye tabú en los discursos populares y se reserva su estudio y esclarecimientos - y el denuedo con que se expresa - solo en los círculos y conciliábulos de los intelectuales. La “rigurosidad” con que debe asumirse el estudio del fenómeno contrasta con la artificialidad y facilismo con que es explicado – cuando quieren - ante la población, en la prensa escrita o radial, mucho más acentuados en la radio o periódicos provinciales quienes deben esperar por la comunicación oficial o que el discurso oficial venga por los canales establecidos al efecto amparado, “el asunto” lógicamente, en el Articulo 53 de la Constitución, aunque nuestra Ley de Leyes, ni mediatiza su exposición - y sí su objetivo y modos de comunicación - ni establece prioridades entre “los comunicadores”.
No vamos a justificar actitudes pero la vida de un ser humano no es algo simple y esquemático. La vida de un ser humano, de un atleta, es un manojo de experiencias vividas por él, por su familia y por su círculo de personas más allegadas. Y por otros seres humanos con los cuales él interacciona y aprende.
En fin, la vida de un ser humano es praxis, certezas y dudas y eso hay que tenerlo en cuenta, como mismo debe tenerse en cuenta que expropiar las relaciones humanas que este individuo ha establecido a lo largo de su vida, la confraternidad con que el atleta ha compartido penurias y alegrías desde los 5 o 6 años con sus compañeros de equipo, constituye un error y más que un error una apropiación indebida de la aceptación de lo diverso. Peor que eso, es satanizar al resto por la actitud de uno, error que a diario se comete con los deportistas principalmente.
¿Cómo funciona la mente humana? Marx decía que “el hombre piensa como vive”. Dicho así, dos por dos es cuatro. Simple como eso. Y no, hay lógicas y para no entrar en vericuetos de la psiquis humana, la lógica – que no siempre es perfecta ni cierta ciento por ciento - indica que un atleta que estudia y práctica deportes, tiene menos tiempo para “instruirse y fortalecerse ideológicamente” que cualquier otra persona que no emplee las horas que el deportista emplea en entrenarse. Esto, que constituye otra de las aceptaciones de la diversidad, no puede esquematizarse. La lógica vuelve otra vez en nuestra ayuda. Entrenando de 9.00am a 12:00pm y luego de 3:00pm a 6:00pm son 6 hrs que un individuo que sólo gana 190 pesos de Licencia Deportiva no puede emplear en “tratar de hacer algo” para ayudar en la economía de su hogar o para incluso mantener a su familia o alimentar a un recién nacido y/o una mujer que acaba de dar a luz. He aquí una lógica simple del pensamiento humano.
Una más compleja, nos llevaría a asumir también, como lógico, la necesidad que tiene cada individuo en cualquier sociedad en superarse, probarse a sí mismo como ser humano y en esta carrera por “la prueba de fortaleza” los deportistas tienen desventajas con respecto a los artistas, a los intelectuales, a los científicos; y aun dentro “del grupo” los que practican un deporte colectivo tienen menos – o al menos diferentes – oportunidades que los deportistas que practican un deporte individual. Esta es una asignatura pendiente. No abogo por la teoría del “cuanto me pagas” porque una felicitación en un cumpleaños, o en un fin de año, no pueden medirse monetariamente por cuanto no son categorías contables o monetariamente comprables. Paralelo a eso, cualquier actitud de proscripción, abandono, incumplimiento de la palabra, poco reconocimiento con que nuestras autoridades deportivas o de gobierno incurran hacia el atleta contribuye a echar por tierra sesenta hrs clases de fortalecimiento político ideológicos; contribuye a darle motivos al “enemigo” para que hable lo que a veces no sabe, no conoce o no ve pero percibe. Contribuye a ganarse un verdadero enemigo más. Hoy. Mañana serán diez.
Y si es cierto que nuestros atletas – todos - necesitan fortalecer sus conocimientos políticos e ideológicos, también muchos de nuestros dirigentes necesitan no esperar de allá arriba la orientación para fortalecer todos, sus conocimientos sobre lógica, psicología humana, sociología, relaciones humanas, por solo mencionar algunas de las materias en las que todos sabemos muchos de ellos no poseen - o poseen muy poca – instrucción alguna.
Ahora bien, ¿qué o quién define que es “fortalecimiento político-ideológico? ¿Cómo se lleva a la práctica?
El regreso del padre pródigo
Pedro Pérez estaba casado con María de la Rebambaramba. Tuvieron un hijo. Aun desde que María llevaba a Pedritín Jr. en su vientre, Pedro Pérez se comportó como un vil descarado y mal padre. Pedritin nació y todo lo que conoció de su padre hasta los 20 años fue que nunca su padre se ocupó de él. Nunca le pasó la manutención, nunca se preocupó si estaba enfermo o no, si necesitaba algo, si iba a la escuela, que opinaban de él los maestros, en fin, su padre, fue un mal padre y siempre estuvo alejado de su vida. Un día Pedro Pérez oyó hablar de Rembrandt y entonces, solo entonces, se acordó de su hijo. Y fue a visitarlo, a hablarle, a convencerle y cuando vio que su hijo lo trataba con desprecio y que incluso lo ignoraba, entonces quiso pedirle que recapacitara. Y en nombre de la Patrona de Cuba, le exigió incluso un cambio en su actitud, nunca le pidió perdón, nunca le dijo me equivoqué. Nunca dijo: “todo este tiempo se que lo he perdido y que no puedo recuperarlo; se que actué mal”
Todo lo que prometió fue “cambiar de actitud de ahora en adelante” Nunca aceptó que ya el daño estaba hecho.
Desde aquí arriba Mashenka te mira
El viejo Pedro Pérez decidió aplicar el viejo axioma escolástico de que “la letra con sangre entra” luego de consultar con la Virgencita de la Caridad tras cruentas y luengas consultas espirituales y materiales. Glasnost educativo para una nueva vida. Como ave Fénix. Borrón y cuenta nueva. Una maestra de la vieja escuela impartirá las clases. La Gran Mashenka. Visualizando el auditorio subida al saco que lleva en su hombro el oso bueno. Formulas stalinianas para quien no se aprenda la cuartilla, para quien decida aislarse de las tablas. Discursos y conferencias unilaterales. Traga, traga,… y vuelve a tragar. Esquemas, conceptos. Como la Ley de tránsito.
- ¿Kaniechna? (5), pregunta al término de la clase Mashenka.
- Ochin Jarachó, pripadabatielniksa (6), le contesta Pedritín desde su silla, mientras contempla los rostros atónitos y circunflexos de El Poncherito, El Pescadito, y El Cocinerito, tres de sus compañeros del aula.
La maestra debería saber que al atleta ha de educársele en la verdad de todas las cosas, no imponérsele un criterio. Priorizar el atleta como ser humano, no como estudiante de política.
(5) tr. del ruso, Entendieron?
(6) tr. del ruso, Muy bien profesora.
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