jueves, 21 de febrero de 2013

Inquisición exportable.



Por: El Cojito Bibijagua.

Fue España la última plaza en abandonar la Inquisición. Ya la vieja Europa había eliminado la práctica mortífera cuando los Eclesiásticos peninsulares se rehusaban a abandonar la Santa Inquisición, traicionando concienzudamente las enseñanzas del más justo de los humanos nacidos, Jesús de Nazaret.

Es importante establecer la diferencia que existe entre la Inquisición Española y la Inquisición en España. La primera, fue establecida por los reyes católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1478, con un principio básico, que estuvo separada del resto de la Cristiandad.

Por otra parte  funcionó en la Península Ibérica la Inquisición Episcopal y la Pontificia (Inquisición en España), heredadas esta desde la tierra francesa de Toulouse con las herejías albigenses, cuando el Papa Gregorio IX mandó a establecer el primer tribunal inquisidor en la zona de Aragón, siendo el primer Papa que diera carácter jurídico a la Inquisición que antes solo tenía un aspecto transitorio en la cruzada contra el Catarismo. Al parecer Fernando aprendió al pie de la letra las enseñanzas exterminadoras aplicadas años antes en su terruño.

Las prácticas de conversión masivas llevadas a cabo alrededor de 1390, luego de las revueltas judías, y más tarde entre el 1400 y 1420, se vieron forzadas por la insistencia de frailes fanáticos que apuntaban a una justicia divina e inquisidora provocando de esta forma las falsas conversiones de judíos en Sevilla principalmente.

Tras años de prácticas y desarrollo quedó fundada por los Reyes Católicos en 1478 la Inquisición Española. Cuatro siglos de juicios, persecución y ejecuciones caracterizaron la vida social y política ibérica. Hasta que 15 de julio de 1834, María Cristina de Borbón – Dos Sicilias, Regente de España, firmó el Real Decreto por el cual se abolía definitivamente el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.

Con la colonización Española en América, se exportó semejante acción y práctica inquisidora. Y revisando los apuntes de Batolomé de las Casas encontramos la maravillosa historia de Hatuey, que aunque no fue juzgado por hereje, sino como revolucionario rebelde, su eliminación física devino en la misma forma que en Europa Continental se aniquilaba sin piedad y razón.

Hatuey emigró de la Española, actual República Dominicana, en canoas con más de 400 compatriotas entre mujeres, hombres y niños. Comunicó a los aborígenes cubanos, las atrocidades y abusos cometidos por los españoles en su tierra y la necesidad de plantear una lucha ‟guerrillera” contra las fuerzas colonizadoras, cuyos propósitos se centraban en la explotación y la esclavitud de la población indígena para saquear la tierra y el oro que en ella se encontraba.

Capturado y llevado a la hoguera rechazó la conversión y su pase al paraíso tras la oferta del sacerdote en oficio, negando compartir espacio celestial con los cristianos representados en el acto por los colonizadores ibéricos.

Preguntó.

-¿Y los cristianos también van al cielo?

Y tras recibir la afirmativa respuesta alegó.

-No quiero yo ir allá, sino al infierno, por no estar donde estén y por no ver tan cruel gente.

Prendieron la hoguera y pusieron fin a la vida del Primer Rebelde de América el 2 de febrero del año 1512 en la región de Yara en la parte oriental de Cuba.

Pasaron seis años para que la inquisición cobrara su primera víctima, acusando de hereje a Juan Muños, aborigen españolizado que fue llevado a la hoguera; los historiadores no encuentran las razones de la acusación, aunque si mencionan la incautación de bienes del desafortunado, las cuales fueron transferidas a Gonzalo de Guzmán, Gobernador de la Villa de Santiago de Cuba, donde se desarrollaron los hechos.

Comienza en esta fecha tristemente memorable una serie de casos, en los cuales no pocas victimas cubanas fueron llevadas a la hoguera y otras no menos afortunadas apresadas y trasladadas a Cartagena de Indias, Colombia.  Con el fin de ejercer el poder y la explotación no pocos Gobernadores de Isla de Cuba, y representantes eclesiásticos sembraron el terror y la muerte en una tierra que prometía ser pacífica y aborigen.

No obstante de la abolición española en 1834, la Congregación Inquisitorial llamada también Congregación del Santo Oficio, existió en el sistema de la curia romana hasta 1966.

Cabe preguntar si la mutación de la Inquisición Española, persiste en la actualidad.

En fechas recientes, una multitud acalorada injurió a un concejal de Toledo, por la grabación del estado íntimo que pretendió regalarle a su amado joven. Muchedumbre asustada manifestó el descontento por la expresión sexual divulgada en la WEB. Con reclamos y presiones para el abandono del cargo, más ofensas verbales, la amante diputada fue agredida en recintos públicos donde beatas y creyentes dieron continuidad a una caza de brujas sin precedentes en el contexto político español.

Rompe la tierra cultivable y siembra el odio confundido de moral la plebe mundial. Cuando los años afortunadamente nos traen la enseñanza de que el amor al poder y la ignorancia son aliados inquisitivos difícil de erradicar.  

Va y vuelve la Santa Inquisición a su cuna amada, cruzando océanos y llanos, venciendo cordilleras y desiertos. Sin camino por terminar regresa como el hijo prodigo a la casa de donde salió.

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