Por RAFAEL ROFES PEREZ
Las derrotas del equipo nacional ante la selección del Holanda en el III Clásico Mundial de Béisbol aún se comentan y analizan en cualquier rincón del planeta donde haya cubanos. No nos conformamos con perder, algo que en los últimos tiempos nos tiene “los hígados recomidos”, porque a decir verdad los males se enraízan cada vez más.
Recordemos que desde el 2006 comenzaron los llamativos traspiés de nuestros peloteros, cuando solamente vencieron en la XVI Copa Intercontinental de Taipei de China y la obtención de un segundo escaño en el I Clásico, resultado que nos hizo mucho daño posteriormente, pues se creyó era el reflejo de la posición que ocupábamos y no era así.
Ese propio año cedieron en el torneo de Haarlem, Holanda, el campeonato mundial 15-16 desarrollado en Venezuela y el Mundial Universitario.
En el 2007 tuvieron que conformarse con la medalla de plata en la Copa del Mundo que tuvo por sede a Taiwán, superados por el plantel de Estados Unidos 6x3. En el 2009 sucumbieron en idéntico certamen también por la discusión del cetro ante los norteños con holgada pizarra de 10x5, en Nettuno, Italia, y en igual justa, pero en la categoría de 15-16 años, además de un quinto puesto compartido con Puerto Rico en el II Clásico Mundial.
Otra segunda posición fue el saldo en los XXIX Juegos Olímpicos de Beijing 2008, cuando fueron vencidos 3x2 por Corea del Sur en la final, cayeron una vez más en Haarlem, Holanda ante Estados Unidos 4x1, terminaron terceros en el Mundial Juvenil e igualmente se vieron aventajados en la lid clasificatoria del orbe (15-16), en Veracruz, México.
En el 2010 ganaron solamente la Copa Intercontinental y el Mundial Universitario, tuvieron que conformarse con un segundo lugar en el Premundial de Puerto Rico, la cita holandesa de Haarlem, y quedaron terceros en el Mundial Juvenil de Canadá y en el Panamericano 15-16.
En el 2011 fueron superados en la Copa del Mundo que tuvo por asiento a Holanda, equipo que a la postre se llevó la corona y con el cual cayeron par de veces. Perdieron 6x4 nada más y nada menos que ante Curazao, en la liza de Rotterdam, Holanda, y no pudieron tampoco en semifinales con la novena de Estados Unidos en los Panamericanos de Guadalajara, al caer 10x12 y quedar sin opciones por el título en esta cita continental.
Se sabe que el techo del béisbol se ha elevado enormemente, más con la entrada de los profesionales en las diferentes justas. Todos se preparan mucho mejor y ganar ahora se hace harto difícil. Ya no son equipos de poco nivel los que compiten internacionalmente y aquellos juegos desproporcionados en los que Cuba ganaba con scores más semejantes a un partido de balonmano que de pelota, pasaron a la historia.
Al parecer el último fracaso de Cuba ante los tulipanes que motivó su salida del presente Clásico permenece aún en mi subconsciente y precisamente anoche tal resultado me provocó un sueño en el que vi triunfar a los nuestros con un equipo en el que Víctor Mesa no era su director, sino un jugador más.
Pues bien, hoy en la mañana pensé de repente: ¿Cuál hubiese sido el resultado de Cuba en los clásicos mundiales si estos hubiesen nacido en la década de los 90?
Y no sé por qué mi mente caprichosa se remontó a 1992, cuando debutó la pelota en el béisbol de los XXV Juegos Olímpicos de Barcelona y recordé a la novena que nos representó allí.
Entonces otra interrogante elaboraron mis neuronas: ¿Hubiese perdido ese conjunto tantas veces con Holanda como ha sucedido repetidamente y dos de estas en el Clásico?
Aquella selección dirigida por Jorge Fuentes la conformaron José Raúl Delgado, Alberto Hernández, Lourdes Gourriel , Antonio Pacheco, Omar Linares, Germán Mesa, Juan Padilla, Lázaro Vargas, Luis Ulacia, Orestes Kindelán, Víctor Mesa, Ermidelio Urrutia, José Estrada, Jorge Luis Valdés, Omar Ajete, Orlando Hernández, Osvaldo Fernández, Rolando Arrojo, Juan Carlos Pérez y Giorge Díaz.
¿Qué opinan ustedes?
nadie quiere mencionar lo que todos saben , que si dejan a los peloteros jugar en las grandes ligas dejando la estupida politica a un lado, Cuba tendra un trabuco como los dominicanos
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