Las Fuerzas Armadas de Turquía e Israel han puesto en marcha distintas maniobras militares -por separado- en sus respectivas zonas fronterizas con Siria, generando así una nueva escalada de tensión en Medio Oriente, sólo dos días después de que Tel Aviv bombardeara instalaciones científicas en Damasco y amenazara con comenzar una guerra la región.Por un lado, Ankara dio inicio a nuevas maniobras militares en la provincia sureña de Adana, cerca de la frontera con Siria, las cuales se extenderán hasta el próximo 15 de mayo, según informó un comunicado emitido por el Estado Mayor turco.
El Ejército turco precisó que los ejercicios tienen como objetivo poner a prueba los sistemas de movilización del ejército turco y la coordinación entre las instituciones públicas y de las fuerzas armadas, en un “momento de movilización y guerra”.
En las maniobras participan doce vehículos blindados, al menos 60 efectivos militares y numerosos agentes de instituciones de seguridad pública, así como también una empresa de transporte privado.
Al igual que ocurrió en agosto de 2012, el Ejército turco organizó ejercicios con tanques cerca de su frontera con Siria, días después de haber reforzado sus tropas en esta zona limítrofe con tanques, lanza misiles y vehículos de combate blindados.
Por su parte, las tropas israelíes arrancaron con ejercicios militares en el territorio ocupado de Altos del Golán. Un ex director del servicio de seguridad de Israel declaró a la agencia iraní Press TV que el régimen tiene que hacer los preparativos completos para una posible guerra, en cualquier momento.
Semanas atrás, Tel Aviv desplegó dos de sus cinco misiles interceptores Iron Dome cerca de las fronteras de Siria y el Líbano, además de artillería antiaérea, aduciendo a supuestas “medidas preventivas”.
El Gobierno de Bashar al-Assad denunció que la Fuerza Aérea israelí dirigió dos ataques -viernes y domingo- con misiles, contra instalaciones científicas y militares en las adyacencias de la capital, Damasco, violando tajantemente la soberanía siria y numerosas resoluciones de la Organización de Estado Americanos.
Tras este ataque, el ministro de Reconciliación Nacional de Siria, Ali Heidar, anunció el fin de la tregua con el régimen de Israel y aseguró que se pagará con la misma moneda al régimen israelí.
Damasco considera que el ataque israelí tuvo como único objetivo obstruir cualquier medida política para solventar el conflicto que experimenta el país, ya que Tel Aviv reafirma su apoyo incondicional a los grupos terroristas que atentan contra la población civil desde hace más de dos años.
En una entrevista transmitida recientemente, Al-Assad dijo que si los opositores armados toman el poder en Siria, profundizarán la “desestabilización en toda la región del Medio Oriente”.
"Si los disturbios en Siria lleva a la partición del país, o si las fuerzas terroristas toman el control; la situación, inevitablemente, se extenderá a países vecinos y creará un efecto dominó en Medio Oriente y más allá", enfatizó.
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