por Boris Luis García Cuartero
Todo el mundo le quiere ver. El día que trabaja apenas para unos minutos y aunque su desempeño puede que se repita bien cerca de su escenario, la gente le prefiere, porque tiene más arte para hacer la magia de todos los días.
La vida te impone buscar soluciones a los problemas, esas que no surgen del clásico sombrero encantado, sino del ingenio de los sobrevivientes y Juan Horacio Hernández Otero ha sacado provecho a su inventiva, digamos mejor a su capacidad para fijarse en lo elemental, como gusta decir, y resuelve…quien lo dude, que se llegue hasta el taller Meridiano, en Cienfuegos, porque le sabe a un mundo a las ollas arrocera y multipropósito.
Quizás para otros la solución sea botar y comprar nuevo en el mercado, pero aquí, en mi pedazo de tierra caribeña, hay que estirar la vida útil de cada equipo para que siempre de un poquito o un pocón más, de ahí que Horacio encontrara la manera de ahorrar unos kilos, porque a cuenta gotas entra el repuesto desde un lejano país, que se apropió de las cocinas cubanas para bien y para mal.
Para mal, porque nada más jodío que una olla rota…pero si ocurre, Horacio limpia los imanes que tiene como componentes el termostato con muelle de la olla arrocera, bastan un trapo viejo y la buena voluntad del técnico reparador y de nuevo a la batalla. Si se trata del control de tiempo de la multiuso, con una limpieza al mecanismo interno –un reloj, como cualquiera- de nuevo marcará los minutos de cocción…
…el para bien todos los cubanos lo sabemos…
Gracias a las personas como Horacio se hace la magia de la cotidianidad, esa que no tiene nada que ver con ilusionismos, ni apariciones o desapariciones, solo que se agradece el ingenio de todo aquel que pone un parcho aquí o remienda allá…y que nadie me venga con cuentos, que ahorrarse unos kilos es bueno en cualquier lugar del mundo ¿o si?
A Boris es por lo que le de, ahora le dio por esto, manda cabilla esto. Isidro super Héreo, Horacio el Mago, ahorita sale con Pepe Superman o recuerden a Tito el Taxista o con que Paco Mortadella era bisexual. jajajajajja
ResponderEliminarA ese mago le pudieramos llamar Horacio maravilla jajajjajaja
ResponderEliminar