miércoles, 24 de julio de 2013

Las primeras imágenes del bebé real


por Roberto A. Lamelo

Tengo un amigo que vive en Inglaterra. Estudió periodismo pero desde hace diez años se dedica a ser paparazzi. Ha fotografiado tetas ilustres en Saint Tropéz y culos no menos ilustres en Ibiza. Fotos suyas han provocado divorcios millonarios, demandas estrafalarias y bofetones renombrados. El propietario del Inquirer lo invita a desayunar todos los jueves en Scootercaffe, en Lower Marsh, junto a la estación de Waterloo

Mi amigo es un tipo importante. Es uno de los mejores paparazzis que hay en Inglaterra. No por gusto hace 11 horas, 23 minutos y 14 segundos está apostado en una azotea tratando de obtener las primeras imágenes del "royal baby 2013

Cuando Catherine comenzó con las contracciones, mi amigo fue localizado de inmediato. La llamada le interrumpió un 69 clásico. Tuvo que pagarle las 200 libras prometidas a la chica y gastarse otros 43 - propina incluida - al taxista que lo trasladó desde su apto en Berfordbury hasta Praed St. 

Se llevó consigo su cámara - por supuesto -, un termo de café, una barra de pan, 7 lascas de jamón, 14 de queso y su Iphone. Ah! y una revista Playboy para justificar las 200 libras esterlinas que se gastó en la chica. Su jefe le prometió que se las pagaría en el cheque del día 30. 

Por suerte - me dice - no ha llovido y no ha hecho mucho sol tampoco. Se lamenta que sólo le quede café en el termo para 4 o 5 horas más.

Tendré que bajar a una cafetería, pero hay tanta gente en la calle, tanta gente alborotada y esperando lo mismo que estoy esperando yo, que no se que tiempo me demore en llegar hasta la cafetería más cercana y si la pueda encontrar abierta. 

England is paralized - me ha escrito en su perfecto inglés.

¿England?

Bueno, en realidad England sólo no. El mundo entero está paralizado. En España se interrumpió la programación habitual en varios canales televisivos, para darle cobertura en vivo al partitorio de Catherine. El mundo de hoy se ha dividido entre la visita del Papa a Brasil, el boicot de un grupo de artistas norteamericanos a sus presentaciones en la Florida como respuesta a la decisión de un jurado de declarar inocente al asesino de Trevor Martin, la abdicación del Rey de Bélgica, y ésta que sin dudas es tan importante como cualquiera de las tres anteriores. O más.

El nacimiento de este bebé le podría reportar a mi amigo 75 000 libras si logra la primera foto.

Por 75 000 dólares duermo un mes entero en una azotea, me dijo René, un amigo que tenemos en común y yo le expresé mi solidaridad con la cifra. !A quien ahora mismo no le gustaría esa pasta!  Yo dormí en pisos de Terminales de Omnibus, en bancos frente a la Oficina de Intereses, en el Paseo del Prado cerquita de la Embajada de España en La Habana y jamás me dieron un kilo prieto partido por la mitad. Así que ir a Londres y acostarme en una azotea con tal real encomienda parece más bien que paga con 50 000 cujes

Pero no todo es color de rosa.

Tanto café ha terminado por provocarme ciertos dolores de estómago y no creo que demore mucho en reventar y soltar la cámara por un rato. Me he acordado, Roberto - así me dice - de cuando no teníamos agua en la Beca y cagábamos en jabitas de nylon. ¿Te acuerdas como las lanzábamos desde los balcones de Fy3ra? Creo que haré lo mismo, pero la Princesa está al salir - pienso - y si lo hace en el mismo momento en que yo vaya a lanzar la jabita puede que me peguen un tiro y caiga yo redondo en la azotea y me caiga la mierda encima. No soportaría morir así, embarrado. 

Es un oficio peligroso este de ser paparazzi, mucho más lo es serlo, hoy, en Inglaterra. Hay que aguantar sueño, hambre, deseos de hacer pipi y caca, todo por lograr una instantánea. Pero no estoy solo. Afuera, en la calle, hay miles que me acompañan. "All for one, & one for all", como diría Brian Adams.

Y Brian Adams también es inglés. 




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario