Pareciera que aún canta a sus amores y desamores, a sus pasiones y gustos por ciudades cubanas y otras del mundo…pareciera que aún desanda las calles de la que más le gustó, que viaja cada día desde su Rincón querido para llegarse hasta la más linda de Cuba y desafiar el calor, el intenso sol, la curiosidad de sus gentes…
Benny Moré camina por Cienfuegos, aún con sus 94 años de existencia para la música cubana y universal…recibe el saludo de los suyos, quienes se quieren retratar con él…quienes le miran su indumentaria de arriba abajo, quizás un tanto irreverente, pero muy del Benny, el mismo que ahora ni se inmuta cuando le dicen cualquier cosa…porque una estatua viviente no puede darse esos lujos…
Y es que los muchachos del grupo de teatro callejero Carro de Thespis se transforman en los personajes más conocidos de Cienfuegos, aquellos que hicieron época, esos que se les recuerda porque son identidad, son esa cienfuegueridad que nos enorgullece a los que vivimos en esta parte de Isla, justo en el centro, al sur, bien al sur, porque ni costas tenemos en el norte –y no lo tome como animadversión al “revuelto y brutal”, es tan solo esa latinidad que se transpira…como la tuvo el Benny…
Este 24 de agosto el Sonero Mayor –otro de sus bien ganados epítetos- está de cumpleaños, y mi amigo Yunier Palma, actor del grupo, se viste de sombrero, bastón y traje para ilusionar e ilusionarse…para sentir en la suya la piel de Benny Moré, el hombre que cantó, bailó y gozó todo lo que quiso, el artista que entró en la eternidad, para hoy como ayer exigir la reverencia que merece, caminar entre quienes le conocieron o le tienen solo como referencia, muchos de los que hoy repiten: Cienfuegos es la ciudad que más me gusta a mi…
Benny Moré tan inmenso…
(las imágenes corresponden a un trabajo publicado en “Perlavisión”)
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