por Ariday Castellanos
Silenciosamente abrió la puerta. Cabizbaja entró en
mi consulta. Su depresión y su angustia opacaba su bello resto. Con tan
sólo observarla, distinguí que no sobrepasaba los veintitrés años de
edad. Era perfecta, parecía una presentadora de la tele o modelo de
revista. Alta, morena, de cabello lacio castaño. Aunque la luz de sus
verdes ojos estaba apagada por su sufrimiento, dejaron los míos
perplejos ante su belleza. Eludí sus encantos para concentrarme en mi
trabajo.
-Buenos días señorita. Tome asiento por favor. Póngase cómoda.
-Buenos días doctor- me dijo mientras se acomodaba en la silla- he venido
para que me ayude ¡Necesito que me ayude por favor!
En sus súplicas, sus ojos se ahogaron en tristes lágrimas. Estaba
desesperada.
-Para eso estoy aquí, para ayudarla en todo lo que pueda. Por favor,
cuénteme qué la tiene tan agobiada.
" Doctor, todo empezó así... Me recomendaron registrarme en una página,
MeetMe. No sé si usted la conoce; es para ligar. Me registré. Con probar
no perdería nada. La verdad es que yo entraba al sitio web pocas veces.
Ninguna de las personas que me escribía me llamaba la atención y a mí
no me gusta inspeccionar los perfiles para ver si encuentro algo
apropiado. Pero un día…recibo un mensaje, como otros que había
recibido <<Hola guapísima, cómo estás>>. Revisé su perfil, y
sus fotos me cautivaron. Y empezamos a conocernos. Su nombre era Carlos,
vivía en Barcelona, trabajaba y estudiaba, vivía solo porque sus padres
habían muerto en un accidente hace dos años. Con este último dato se
ganó mi afecto y mi compasión. Durante una semana, a esa misma hora y
en esa página, nos poníamos a chatear. Luego lo añadí a mis amigos en
Facebook. Comenzó a etiquetarme en postalitas, expresando que deseaba
algo más que una amistad. Compartía enlaces, dedicándome temas
musicales que acariciaban mi oído como el de Ricardo Arjona:”Dime que
no” y Melendi:” Tú jardín con enanitos”. Me atiborraba de detalles que
me hacían sentir feliz, como adolecente enamorada por primera vez. No
podíamos esperar a la tarde para comunicarnos. En nuestros ratos libres
nos enviábamos mensajes por Whatsapp y al llegar a casa hablábamos por
el Skype. Me pasaba el día imaginando nuestro primer encuentro y por la
noche, en mis sueños, fantaseaba con él. Así, poco a poco, a través de
estos medios, me fui enamorando. Me sentía protagonista de una película
romántica, pero jamás imaginé un final tan dramático… (suspira
profundamente y continúa su larga conversación de desahogo emocional)
" Me
colmé de regocijo, cuando me dijo que había sacado un billete, vendría a
Canarias a pasar juntos el fin de semana. Por fin llegó el día. Nos
encontramos en la playa como planeamos. Al vernos, corrimos a abrazarnos
y besarnos. Hablábamos con la misma confianza. Para mí, no era un
extraño. Sentía que lo conocía de toda la vida. Después de muchos
paseos, largas conversaciones, rodeados de risas y cariños, nos fuimos a
la habitación donde se hospedaba. Queríamos aprovechar el tiempo al
máximo. Hicimos el amor como nunca lo había hecho. Hice realidad las
fantasías sexuales que invadían mis sueños. Existía gran química entre
ambos. No le encontré ningún defecto. Al despertar a la mañana
siguiente, no estaba a mi lado. Lo llamé y no respondió. Me puse de pie.
No había nada suyo en la habitación. Leí una nota que había encima de
la cama: <<Me fascinas. Lástima que no querrás saber más nada de
mi>> No comprendí. Tenía que ser un error. Lo llamé al móvil y
estaba apagado. Me fui a casa confundida. Encendí el ordenador. Abrí
Facebook para ver si tenía alguna noticia suya. Mi sorpresa fue aún
mayor, al ver publicado un video… ¡Era yo, haciendo el amor! Pero a
Carlos, no se le distinguía su cara. Mi mundo se derrumbó. Mi video,
creo que era el más visitado en YouTube. Incontables comentarios.
Intenté reclamarle, pero no existía su cuenta de Facebook, ni de Skype,
ni de MeetMe. Se había esfumado. Entonces comprendí su nota. Me había
utilizado… Doctor ¡ayúdeme por favor! Acabo de salir del hospital porque
intenté quitarme la vida con sobredosis de pastillas, pero no lo
conseguí. Tengo miedo a morir, pero no tengo ganas de vivir. Me siento
acosada, humilla, manipulada. Mi autoestima se la ha llevado el viento
¡Ayúdeme por favor!.. " (las lágrimas caen en sus mejillas, acariciando su triste rostro.)
Aparté el
bloc de notas donde escribía cada detalle. La miré fijamente y le dije:
–Es una pena que un amor así, haya terminado de esa manera, pero debes
afrontar la vida que tú misma creaste. Pero con fuerza. Sólo, te haré
una pregunta ¿qué te hubiese gustado en la vida ser, más que nada?
- Actriz de cine…
-¡Fabuloso! No pudo ser una profesión más oportuna e ideal. Sólo con una
variante…el público será virtual.
Lentamente se puso de pie, lanzándome una mirada taimada y pensativa.
Por primera vez, percibí brillo en su mirada.
- Creo que tiene razón-respondió- tenemos que ser fuertes para afrontar
las adversidades de la vida. Todo sucede por alguna razón. Hay que
aprender a sacarle provecho a todo, incluso a nuestras derrotas.
Se retiró con cara de satisfacción, dispuesta a rehacer su vida. Al
cerrar la puerta, me dirigí al ordenador y busqué el famoso video. Mis
ojos se deleitaron, contemplando el exquisito talento de mi
paciente…Sería actriz… ¡Y de las buenas!...
nota: Cienfuegoshoy.com se complace en presentarles la primera colaboración de una joven escritora cienfueguera, quien desde hace un tiempo reside fuera de Cuba. Esperamos que no sea la última y le auguramos un camino lleno de triunfos en el difícil arte de escribir para el público. Ari, las puerta de cienfuegoshoy siempre estarán abiertas para ti.
Publicado por Roberto Ariel Lamelo Piñón
Publicado por Roberto Ariel Lamelo Piñón
Triste historia y con buenas posibilidades de suceder. presentada en una forma simple y directa. Buena creatividad, buenos sngulos de description.Un suceso bien desarroyado con un suspenso que invita a seguir leyendo hasta el final. Gracias Ari, me trajo a la mente un cuento corto que escribi hace mucho y el cual titule la "La Muerte de un bañista" durante mis primeros años en Chicago - Jesse Cruz - Saludos!
ResponderEliminarAri deberias dedicarte a esto profecionalmente, eres muy buena escritora y transmites un positivo mensaje llegando al corazon de los lectores, este es un talento que pocos tienen...FELICIDADES
ResponderEliminarEs una historia muy actual tiene peso no al estilo de romeo julieta pero da evidensias que el amor es siego lo acompana la locura linda lccion para crecer en la vida ..
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