La visita del lanzador cubano José Ariel Contreras a la Isla continúa siendo noticia de primer orden en los diferentes medios en varias partes del mundo.
Port tal motivo quiero hoy compartir con los lectores de mi Pasaje lo que escribe en su columna deportiva (http://columnadeportiva.com) el amigo y colega Miguel Ernesto Gómez Masjuán acerca de este regreso a casa de Contreras. Aquí les va.
Recuerdo la última vez que vi lanzar, en vivo, a José Ariel Contreras Camejo. Era la final de la XXXVI Serie Nacional, en 1997. Pinar del Río tenía una potente selección, quizás de las mejores de los años noventa, y con ella barrió, en cuatro partidos, a Villa Clara. El espigado derecho, oriundo de un sitio perdido en la geografía pinareña llamado Las Martinas, ya impresionaba por la velocidad de sus envíos, aunque todavía le faltaba crecer como lanzador.
Después, conocemos su historia: dejó boquiabiertos a todos con su actuación frente a los Orioles de Baltimore, en el estadio Latinoamericano, en aquella publicitada serie de dos partidos; más tarde dominó a una fortísima selección japonesa, en la semifinal del Campeonato Mundial de 2001 y, en octubre de 2002, cuando ya era considerado el mejor lanzador del país, decidió continuar su carrera en las Grandes Ligas. Aquello realmente causó conmoción en Cuba.
Su fama como “amateur” convenció a los Yankees de Nueva York que le otorgaron un enorme contrato (más de 30 millones de dólares) a un lanzador que no había realizado ni un solo envío en las Mayores. En 2003, Contreras estuvo en su primera Serie Mundial y ahí fue cuando me reencontré con la imagen del pinareño. Había cambiado su movimiento en el montículo, tenía más libras en su cuerpo y con su formidable tenedor lucía cada vez más dominante. Ante los Marlins no estuvo bien, pero ya sabemos que todos los Yankees decepcionaron en aquel Clásico de Otoño.
Luego vino el cambio a las Medias Blancas de Chicago y bajo la conducción de Ozzie Guillén, el guajiro de Las Martinas se convirtió en uno de los lanzadores más completos de las Mayores. Abrió y ganó el primer partido de la Serie Mundial de 2005. Chicago barrió a los Astros de Houston y Contreras obtuvo el premio más añorado: un anillo de campeón.
Las lesiones detuvieron la carrera de Contreras quien pasó al cuerpo de relevistas de los Rockies de Colorado y los Phillies de Philadelphia. Ya no era el mismo y aunque no estoy seguro de que haya decidido finalmente retirarse, su brazo creo que no soporta más entradas.
Por estos días José Ariel Contreras ha sorprendido no solo a los pinareños. Después de 11 años de ausencia, el lanzador está de regreso en la tierra donde nació. La entrada en vigor de una nueva Ley Migratoria permite que los atletas de alto rendimiento que lleven más de ocho años fuera del país puedan retornar, como visitantes.
Contreras estuvo en el estadio “Capitán San Luis”, el primer sitio donde se dio a conocer y allí compartió con los peloteros de Pinar del Río, a los que les entregó guantes, coderas y algunas fotos suyas. Dicen que el “Titán de ébano”, como alguna vez fue llamado, rompió a llorar. No sé si esto es cierto, aunque, ¿por qué no pensar que el hombre que brilló en el Yankee Stadium y tiene un anillo de Serie Mundial, el guajiro de Las Martinas, se emocionó hasta el punto de derramar lágrimas al reencontrarse con el público que tantas veces lo aplaudió? Parece un argumento de novela rosa, pero pudiera ser muy real.
La situación familiar de Contreras parece complicada. Según reporta NBC News, que cita a Humberto Demetrio (hermano del lanzador), la madre del pinareño tiene problemas de salud, por lo que los médicos tuvieron que amputarle una extremidad y ahora se recupera en el hospital Salvador Allende, en La Habana.
Contreras es el primero de los peloteros cubanos que juega en Grandes Ligas que retorna, a partir de la aprobación de la Ley. Probablemente vendrán otros (quizás hasta Orlando “el Duque” Hernández regrese algún día); pero—y eso lo sabe todo el mundo—después de tanta separación, de tantas incomprensiones y manipulaciones, de presentaciones como héroes y villanos ya nada nunca más será igual.
Observo la foto de Contreras (la única que he encontrado en Internet) y a mi mente regresan, inexorables, las imágenes del “Titán” con el traje de Pinar del Río, apabullando a los bateadores de Industriales y Villa Clara, imágenes que me trasladan, por unos segundos, a un pasado beisbolero que, indudablemente, fue mejor.
Estadísticas de Contreras en Cuba: 10 Series Nacionales, 117 juegos ganados, 50 perdidos, 1,346 ponches, 2,82 PCL ; mientras, en Grandes Ligas: 78 triunfos y 67 derrotas, 4,55 PCL, con 884 ponches.
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