sábado, 29 de junio de 2013

Orgullosamente CUBANA, la Selección Sub 20

Estos también son cubanos.

por Mario Lara

En estos días en los que la selección cubana de futbol estuvo disputando el Mundial Sub 20 de futbol en Turquía estuvo siguiendo de cerca el seguimiento que se le dio al equipo en los medios locales cubanos así como los comentarios aparecidos en las breves noticias publicadas en las diferentes páginas web de nuestro país y confieso que algunos me hicieron sentir vergüenza de ser cubano.
Bochornoso, sería una palabra demasiado suave para definir algunos de los comentarios vertidos sobre la actuación de nuestros muchachos en Turquía por algunos ignorantes que se creen dueños de la verdad y la cubanía, sin tener en cuenta que, de quienes hablaban era de un valeroso grupo de jóvenes que supieron reponerse a las condiciones más adversas que deportista cubano tuvo que enfrentar en el reciente pasado cubano, jóvenes nacidos y crecidos en las campiñas y calles de nuestra Cuba, jóvenes que defendían el honor, no solo del futbol sino del deporte cubano en la mayor de las desventajas.
Y digo ignorantes no con la intensión de ofender, sino como la definición más exacta de esas personas que sin conocimiento de causa hablan por hablar tratando de borrar de un plumazo la historia y la tradición del futbol en nuestro país.
Bastaría con decir que el Campeonato Nacional de Futbol Cubano es el más longevo de la isla, acumulando ya 98 ediciones, a pesar de algunos intentos por eliminarlo que conllevaron a que no se jugara en algunos años, o que fue Cuba el Campeón del Primer Torneo Oficial de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Futbol, que es Cuba junto con México los que acumulan más títulos en estos certámenes con 5 cada uno, sumando además cuatro bronces, que es un Cubano, Carlos Loredo, el que más títulos tiene en estos torneos.
O tal vez que Cuba fue el primer país del área de lo que hoy es la CONCACAF en obtener una victoria, en suelo Europeo, en un Mundial de Futbol, la segunda tendría que esperar !20 años! Cuando Méxicola logró en 1958.
Bastaría eso, para hablar de tradición, pero sería faltarle a la historia si no se recuerda la victoria de los Toros del Juventud Asturiana ante un Nacional de Montevideo plagado de jugadores campeones olímpicos, o el papel decisivo de Cuba y el señor William Campbell, uno de los padres de nuestro futbol,  en los primeros pasos de lo que hoy es la CONCACAF.
Los críticos me dirán que son cosas muy antiguas, que pasaron en el año de la corneta, pero su misma respuesta sería una bofetada en pleno rostro, pues las cosas antiguas son las que definen eso que ellos tratan de negar: TRADICION.
Cuba ha sido por años un país beisbolero, alimentado y mimado por esos que hoy en día en su afán paranoico de ocultar verdades irremediables, lo están matando, alimentando sin darse cuenta al deporte que por años se marginó: El Futbol. Un cáncer que ellos mismo inocularon y que ahora no encuentran como detener.
Ataques de la ultraderecha beisbolera, que se niega a creer que el futbol, hoy por hoy sea practicado por más jóvenes que el beisbol, ultraderecha reaccionaria que es incapaz de disfrutar el deporte como lo que es, como un reflejo de nuestra cubanía, de ver a ambos deportes conviviendo en armonía, sin lucha de poderes, tal y como lo hacemos los seguidores del balompié, como se le llamaba en Cuba hace muchos años, que gozamos tanto con un gol de Reyes como con un jonrón de Puig o que sufrimos con las injusticias contra Alonso, Marcel o Pestano, y que apretamos de rabia los puños cuando Gourriel se poncha a la hora de los mameyes o Bruma desbarata nuestra defensa para mandar el balón al fondo de las redes ante un impotente “San-San”
No hablemos de vergüenzas por goleadas recibidas cuando el todo poderoso Goliat cae abatido por pequeños David sin tradición beisbolera llámese, Holanda o cualquier otro equipo europeo sin tradición beisbolera que hace unos años atrás sólo servía de práctica de bateo para una poderosa escuadra cubana.
El futbol es lo que es y ha llegado a donde está hoy por su propio esfuerzo, abandonado por el gobierno y traicionado por sus dirigentes, sea voluntaria o forzosamente, desviando los recursos que por derecho le tocan para apoyar al hermano mayor, hoy en día en desgracia, acuchillado por la intransigencia y ceguera histórica de quienes dan las órdenes.
No apuntemos el dedo acusador y abramos la mano amiga, para decirle aquí estamos, nuestro camino es el suyo también y juntos tenemos que revertir este rumbo descendente, no solo para el beisbol, para el futbol, sino también para el Volley, el boxeo, la lucha …
Sepan amigos detractores, resentidos y envidiosos del triunfo ajeno, que esos que ustedes señalan con el dedo  y de los cuales hacen mofa, son tan, o mejor dicho más cubanos que ustedes, esos son hijos de Juana, Pedro, Yudislexis o cualquier otro nombre impronunciable con la letra “Y”, son cubanos como las palmas, no importa que oigan música estruendosa en otros idiomas, que usen peinado exóticos o cualquier moda estrafalaria, esos son nuestros muchachos, sencillos, luchadores y con un amor por esa bandera que tienen el pecho que le ronca los Cojones, ese amor que ojalá ustedes críticos de pacotilla, usurpadores de nacionalidades y tradiciones quisieran por un día de fiesta, Cuba es tan futbolera como beisbolera aunque les duela, aunque sangren por la herida.
Hablar más, es intrascendente en estos momentos porque dudo que su cerebro del tamaño ínfimo del comino pueda entender una verdad tan clara como el agua, sigan comiéndose su bilis de la envidia, pues yo, fiel seguidor de Arichel, Alonso, Yordanis, Reyes, San San y Marcel me voy a disfrutar viendo a Chapman repartiendo chocolates para cerrar el noveno y a Puig pegando un estacazo de cuatro esquinas, pero si en un milagro divino dejan sus odios los invito a sentarse a mi lado par ver como Puga la mete entre los tres palos para gritar juntos “GOOOOOOOOOOOOOOOL”

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