El teatro Tomás Terry se levanta sobre uno de los costados de la Plaza José Martí. Tiene su nombre de un multimillonario venezolano quien lo hizo construir en 1890 La obra fue acometida por los hijos de este señor, cumpliendo la voluntad de su padre con el dinero que este había dejado a tal efecto, fue inaugurada oficialmente el 12 de febrero de 1890.
Puede contener más de un millar de espectadores,
declarado Monumento Nacional en 1978. Preserva el esplendor de sus primeros
tiempos y ha sido escenario de notables exponentes del arte lírico y la danza,
entre ellos el cantante operático italiano Enrico Caruso.
Obra del
arquitecto ingeniero Lino Sánchez Mármol, quién lo concibió en forma de
herradura, al estilo de los coliseos italianos, dentro de un edificio
rectangular de mampostería a dos niveles, con galería en el pórtico y los
laterales; así como cinco arcos de ingreso frontales e igual número de puertas.
Los exteriores
son de estilo ecléctico, insertándose con plena armonía en el conjunto urbano.
En lo más alto de la fachada por la entrada principal, tres mosaicos artísticos
de la casa veneciana Salvatti, con las máscaras coloreadas de las musas: Talía,
de la comedia; Euterpe, de la música; y Melpómene, de la tragedia.
A los mas de100 años de su estreno, preserva el
original sistema tecnológico de tramoya y bambalinas con que se trabajó su
primer día.
En el inmueble
sobresalen las pinturas murales que forman parte de la decoración en sus techos
y paredes, y que fueron consumadas por el artista filipino-madrileño Camilo
Salaya Toro. También, como parte de la ambientación, resulta significativa la
máscara sobre el proscenio, que hace alegoría a la comedia y que fue añadida
por el artista cienfueguero Mateo Torriente Bécquer en 1965, cuando acometió
una de las restauraciones más importantes que haya tenido el edificio. Y como
casi todo en Cienfuegos tiene su leyenda, se dice que este original mascarón
observa la reacción del público ante cada puesta.
El teatro Tomás
Terry, centro insignia del Consejo de las Artes Escénicas fue además Premio
Nacional de Restauración de Monumentos.
Esta institución
integra la más importante trilogía de teatros cubanos construidos durante el
siglo XIX, que completan “La Caridad” en Villa Clara y el “Sauto” en Matanzas.
NOTA:
"Una urbe
sin teatro tiene amputada su espiritualidad y carece de ventanas a lo novedoso
desde el punto de vista cultural".
Cuba se ha
preciado de haber tenido desde siempre buenos teatros. Y se trata no solo de
compañías teatrales y excelentes producciones en cuanto a obras y géneros, sino
de edificaciones sólidas y arquitectónicamente invaluables y que hoy se
inscriben en el patrimonio, y aun hoy ofrecen sus servicios.
El 22 de enero
fue escogido como el Día del Teatro Cubano en homenaje a los sucesos del Teatro
Villanueva, ocurridos en esa fecha del año 1869, donde un grupo de voluntarios
españoles masacró al público y artistas que asistían a la representación de la
obra Perro huevero aunque le quemen el hocico de Juan Francisco Valerio.
Miguel Ángel Céspedes.
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