Toda la gloria para ese grande, reconocido en el mundo de los cuentos como Alvarez Guedes. Hoy su muerte me hizo recordar un episodio real del que fui testigo. LO QUE LES CONTARÉ ES TAN CIERTO COMO MI NOMBRE.
Ya de esto hace unos cuantos años. Era yo el funcionario ideológico de la Juventud en el municipio Cienfuegos, cuando a la secretaria, no diré su nombre, se le ocurrió organizar una actividad por todo lo alto para los cuadros de la UJC en la Casa de los Combatientes ubicada en Punta Gorda.
Llegamos y dos oficiales nos recibieron al instante, nos invitaron a pasar y nos dijeron que podíamos ocupar cualquiera de las mesas disponibles y que la música iba por nosotros, el único inconveniente era que tedríamos que compartir el local con un grupo de médicos del hospital provincial.
"Gente buena todos, de confianza del partido," nos dijo el militar y se retiró a realizar no sé que otra función, mientras un retirado del ejército se encargaría de atendernos.
Para mi la presencia de los médicos no era ningún inconveniente, me volví a encontrar con el Brilla, un antiguo compañero del pre, ya médico, y con otros conocidos. Así me la pasaba de una mesa a la otra, tomando con los jóvenes comunistas y con los no tan jóvenes médicos. El Brilla, se burlaba de mi nuevo cargo y me decía entre tragos, que no entendía como había terminado yo con un carguito de esos de comunistas.
La desgracia comenzó por culpa de Alvarez Guedes, más bien por culpa de quienes todo, incluso el arte menos comprometido con las ideologías, lo asocian a la política. A uno de aquellos médicos, un reconocido cirujano del hospital provincial, se le ocurrió quitar la música y poner una grabación con chistes del artista. Recuerdo muy bien que jamás apareció el nombre de Fidel Castro en la amplificada grabación, pero bastaba con que fuera el artísta gusano quien se escuchara en aquella gloriosa Casa de los Combatientes para que se formara la desagradable.
El Brilla me dijo, con una sonrisa alegre de disidente dibujada en su rostro. "Sabes quién es ese ideológico?"
Le respondí. Claro que sé quién es, Es Alvarez Guedes.
También recuerdo que fuí un momento al baño y cuando regresé, me encontré una bronca pero de las grandes donde las trompadas volaban de un lado a otro y donde estaban a punto de volar las sillas. La secretaria de la UJC, fiel a los principios comunistas arremetió frenética contra los médicos de la mesa de al lado. "GUSANOS, MIERDAS HUMANAS, MIERDAS DE GENTE, VIVA FIDEL COÑO. ALVARES GUEDES NO SE PONE AQUÍ, AQUÍ NO !!!!!!"
De la mesa de al lado saltaron dos médicos, dos reconocidos cirujanos del hospital, uno de ellos había puesto la grabación y no se iba a quedar con el insulto, mucho menos después de lo borracho que estabamos todos. "YO SOY MÁS REVOLUCIONARIO QUE TÚ, LOCA QUE ESTÁS LOCA. YO SOY DE LOS DE ANGOLA, YO SOY TREMENDO CUBANO, QUE NUNCA ME FUÍ NI CUANDO PUDE Y ALVAREZ GUEDES SE QUEDA!!!!!!"
Las botellas comenzaron a volar de una mesa a otra, los médicos se lazaron contra los jóvenes comunistas, aunque ya la secretaria de la UJC, había roto todas las botellas de la mesa de los médicos y la cerveza corría por el suelos mientras la ira crecía y en la grabación, se escuchaban las risas grabadas después de terminado uno de los cuentos del maestro.
"ALVAREZ GUEDES ES UN GUSANO DE MIERDA COMO USTEDES!!!!!!!!"
"LA ÚNICA GUSANA Y ANORMAL AQUÍ ERES TÚ MUCHACHITA, APRENDE PRIMERO A LIMPIARTE EL CULO ANTES DE HABLAR LO QUE NO SABES!!!!!!!"
El Brilla y yo nos miramos asombrados ante aquella riña tan fuera de lugar. "Mira flaco, esto es el resultado de toda la basura que nos han metido en la cabeza, a ver que cojones tienen que ver unos cuentos con la Revolución mi hermano."
Nosotros no estábamos dispuestos a entrarnos a trompones, menos por semejante tontería, así que intentamos separar a los boxeadores como pudimos, mientras dos oficiales responsables de la instalación nos echaban a todos del lugar. A nosotros nos sacaron en el carro de la UJC y en dos motores, a los médicos se los llevaron en otros autos. El oficial dijo que sería un bochorno llamar a la policía.
Lo que sí recuerdo, es que aún en la última escena mística de aquel tonto combate, estuvimos escuchando a Alvarez Guedes porque a nadie se le ocurrió tumbar la grabación.
DESCANSA EN PAZ MAESTRO, Y ESPERO QUE LA CULTURA DESTRUYA TODAS LAS BARRERAS SEMBRADAS POR LAS IDEOLOGÍAS.
(Les pido me disculpen los errores ortográficos, casi nunca ocurre, pero no estoy en mi ordenador, y ahora sólo dicto el texto, luego arreglaré en casa los errores)
No me jodas Liber, esta historia esta tan buena como increible. jajajajaja, te la voy a poner dificil. Dame el numero del Brilla o de la muchacha comunista porque esto no se queda aqui. Yo quiero ir a la fuente y a parte de ti buscar otros que puedan dar veracidad de esta historia. Jajajajaja, esta buena, Un abrazo
ResponderEliminarLiber Barrueta: Jajajajajaja, es real, muy real de principio a fin, aquí hay otros que estaban en ese sitio que saben de que hablo jajajajajaja. Un abrazo.
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