Y… ¿qué es el más allá?
Los cubanos, objetivamente
hemos vivido durante muchos años sin saber qué cosa es el más allá. No existe
el más allá en Cuba, existe el más pa arriba, asociado, subjetivamente, a toda
una cadena de mando que en ocasiones, se atribuye obligaciones del más allá y
sin cuota de miedo argumenta que las orientaciones vienen de más arriba. Y todo
el mundo quieto en base.
La última vez que choqué
objetivamente con un más allá o con un más de arriba, tuve la fortuna,
objetiva, de frenar la puesta en marcha del entuerto. Por suerte, los
enviados del más allá no se pusieron bravos y entendieron las razones lógicas.
Todo el mundo contento. Aunque por alguna razón me temo que en el más allá no
se enteraron de lo que había sucedido en aquel más acá.
Si un nombre, o algunos nombres tienen
el más allá, o el más por ahí pa´ arriba, para los cubanos se llama Fidel. O
tal vez Raúl. Quizás en algún momento tuvo el nombre de Lage, Felipe, o sabe
Dios quien,… lo cierto es que en esta ambivalencia de mandos, mandatos, órdenes
y pensamientos o reflexiones, el cubano no suele expresarse contrario cuando un
peje de más jerarquía le dice que ‘eso” viene de más arriba (o del más allá) y
que por tanto no puede discutirse. Quizás sí, pero entre lo que el palo va y viene,
el edicto hace un daño de al menos, al segurete, un par de añitos.
La orden viene de arriba y en la
cadena evolutiva se forma un sal pa afuera – o una cagadera, como me dijera un
amigo que estuvo en “el petate” - que a los del maás acá, les basta que
uno de un poquito más allá les pregunte que pasó, para entonces llamar a contar
al cabeza de turco.
En lo particular me regocija
saber que el muchacho supo defenderse bien, pero ya le leyeron la cuartilla.
Como se diría en buen cubano: le dijeron que podía jugar con la cadena pero no
con el mono. Ahora a esperar…
Y es que dentro del más pa´ allá
cubano hay contradicciones de estilos, de pensamientos, de forma de actuar y
creer. Ya Fernando Ravsberg hacía alusión a ello no hace mucho, cuando
ejemplificó un caso de personajes del más allá, que se atrevieron a desafiar a
lo que había dicho el que más allá está de todos. Es así,… el dichoso juego de
ir estirando la cadena, a ver cual eslabón revienta o se apendeja,… La
verdad es que la cadena es tan larga y tan débil en la punta que es supra difícil
que en mitad del trayecto no haya un eslabón que no le exija al otro
responsabilidades, incluso que varios eslabones actúen contra un infausto,
pequeño y blandengue eslabón y que ahí mismo se joda la cosa. Lo
terrible: el eslabón del más acá, nunca sabrá si el del más allá dijo o no
dijo. Lo peor: que nunca podrá preguntarle.
Y a lo mejor en el más allá ni
leyeron lo que escribió Jasán, o tal vez la noticia les llegó por otra vía,
pero alguien, en ese camino se encargó de decirle al de más abajo que lo habían
llamado de más arriba y ahí mismo se formó la entrada a cocotazos vertical.
Mientras, para justificar el
regaño, y para dar apariencias de aparente calma tras la tormenta han cesado,
curiosamente, al parecer, las muestras de apoyo online.
Alguien, tomándose atribuciones
del más allá, hace guardia en la trinchera con un machete en la mano.
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