sábado, 17 de agosto de 2013

Optimista… el otro chama del barrio

Por Boris Luis García Cuartero

Al otro chama del barrio lo conocí un día que me dijo, así, sin más ni más: “ven acá periodista, ¿alguna vez podré ver las bondades del socialismo…?” Confieso que me dejó boquiabierto, con sus apenas 16 años a cuestas tendría que hacerle entender tantas cosas…, como por ejemplo, que ese futuro estaría en sus manos…
Renuncié a sonarle la “muela”; fue demasiado sincero como para merecer un discurso contentivo de frases harto conocidas: salud y educación gratuitas, el proteger a los menos favorecidos, justicia social –que son verdad-; también hubiese podido hablarle del bloqueo yanqui contra Cuba, de la crisis mundial y sus efectos sobre nuestra maltrecha economía, en fin, lo mismo de siempre, el echarle la culpa a los demás, sin ver puertas adentro…
El muchacho dice tener confianza en el futuro, solo si su generación se pone para esto, que no es más que ocuparse de los problemas internos, buscar las soluciones adecuadas –ahora para él, estudiar, prepararse, ser útil, poner en práctica lo que le han enseñado en casa en cuanto a respeto, honestidad, laboriosidad…
Dice que no culpa a los mayores por los errores que se les achacan y mucho menos está de acuerdo con endilgar a los líderes históricos la obstinación de cerrar las puertas del país a fenómenos o comportamientos muy normales en el resto del mundo; conoce y comprende las condiciones históricas, sociales e ideológicas que nos rodearon y nos rodean, aunque está consciente de que mucho ha de cambiar en la Isla para lograr que todos sientan su mismo optimismo.
Este muchachito piensa que el Estado tiene encima demasiadas actividades con las que no puede y tiene que ponerlas en manos de la gente, como la carga pesada de la gastronomía, por ejemplo, o el desempeño de muchísimos oficios, que a fuerza de excesivo control e ineficiencia estatal se han perdido; cree que hay que revalorizar la moneda nacional, porque le zumba tener que pagar el triple de lo que ganan sus padres para poder tener un jeans o un par de zapatos que no se le rompan a la segunda puesta.
No cree que todos seamos iguales, ni que todos merezcamos todo por igual; le da valor al dinero, el que se gana con honestidad y el que se haga rico, pues que disfrute sus riquezas…aunque “compadre –me dice- le ronca que la gente se vaya del país, regrese con unos cuantos kilos y vaya a los lugares a donde yo no puedo ni soñar ir, eso no es justo, porque quienes estamos doblando el lomo somos nosotros y cuando mis padres están de vacaciones, no tienen a dónde ir…y al campismo, ni loco…”  
Le agobia la escasez como a cualquiera, pero le encabrona escuchar de planes cumplidos, de proyectos por empezar y que prometen erradicar las dificultades; que para la prensa vivamos en la panacea universal y que los salideros de agua estén a la vista de todos, sin solución; que le hablen de kilogramos y toneladas y que no lleguen a los mercados agropecuarios, incluso de garantías de materiales al inicio de un curso escolar y luego tengan que ingeniársela en su casa para cumplir con los absurdos y costosos trabajos evaluativos que deciden no solo la calificación, sino la complacencia de algún que otro profesor…
Este otro chama de mi barrio no quiere vivir en un palacio, aunque si en una casa con las comodidades que cree merecer, sin que se filtren los techos, poder darle aunque sea una pinturita al año a las paredes de su cuarto; que el salario de sus padres alcance para todo el mes, incluso para darle algunos de sus gustos de paseos y otras propias de su edad…y sus amigos, bueno aquellos que sean verdaderos amigos, por sus sentimientos y no por lo que tienen y las ventajas que pueda representar esa amistad…
Me gusta hablar con este muchacho, porque no anda por las nubes, tiene los pies bien puestos sobre la tierra…hasta me divierten sus conclusiones tan serias…del otro chama, el que lo considera un “punto”, dice que no llegará a ninguna parte…que algunos dirán que es un optimista empedernido y asegura que si, lo es, y porqué no…

1 comentario:

  1. Magnifico Boris.....que agradecida lectura..un abrazo desde esta distancia que se acorta....bendiciones y felicidades.

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