La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció este miércoles que envió un proyecto de ley al congreso, lo cual sevirá para gatrantizar los récords alcanzados por el país en los últimos años en generación de empleo y aumentos salariales.
El anuncio fue emitido en cadena de radio y televisión como parte de las conmemoraciones por el 1 de Mayo, en el que la mandataria destacó que, con el desempleo en sus mínimos históricos y la renta en alta, los sindicatos brasileños ya no reivindican empleo sino educación.
La primera mandataria ya había anticipado la semana pasada su decisión de insistir ante el Congreso en que todas las regalías petroleras sean destinadas a la educación luego de que tanto el Senado como la Cámara de Diputados vetaran esa propuesta.
Rousseff aseguró que la propuesta es de interés de los trabajadores, a los cuales buscó respaldo y los instó a que “incentiven a su diputado y a su senador para que ellos apoyen esa iniciativa”.
Igualmente aseguró que su propuesta prevé que tanto las regalías como todos los recursos públicos procedentes de las gigantescas reservas que Brasil descubrió en aguas muy profundas del océano Atlántico sean invertidas en educación.
“Brasil va a seguir usando instrumentos eficaces para ampliar el empleo, el salario y el poder de compra del trabajador, pero a partir de ahora, va a privilegiar como nunca el instrumento que más amplía el empleo y el salario, que es la educación”, afirmó.
Acotó que a pesar que la crisis económica internacional, Brasil logró importantes avances contra el desempleo por haber adoptado políticas económicas y sociales “correctas y reconocidas internacionalmente como las más modernas y amplias del mundo”.
El desempleo en Brasil l ha mantenido una tendencia descendente y es cada vez menor el número de trabajadores informales.
La tasa promedio de desempleo en Brasil en 2012 fue del 5,5 por ciento, la menor desde que el indicador comenzó a ser medido con criterios más rigurosos en 2002.
Según la mandataria, las políticas de distribución de renta adoptadas en los últimos diez años permitieron que 36 millones de brasileños salieran de la condición de pobreza y que 40 millones ascendieran a la clase media.
Indicó que las mismas políticas permitieron que el paìs suramericano generara 19,3 millones de nuevos empleos formales en diez años y que el salario mínimo legal aumentara en un 70 por ciento en términos reales en el mismo período.
“Eso nos colocó, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en una posición privilegiada como el país que más redujo el desempleo entre 2008 y 2012, con una caída del 30 %”, mientras que en los países afectados por la crisis crecieron el desempleo y las pérdidas salariales, afirmó.
Fianmente dijo que la preservación de las conquistas laborales, que ayudan a reducir los efectos de la crisis internacional en el país, exigen inversiones en educación que garanticen el acceso de todos los brasileños a empleos más calificados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario