¿Han sido vejados, maltratados y humillados los peloteros de Industriales en Miami? Vea aquí la respuesta

por Roberto A. Lamelo 

Si a mí me preguntaran que diferencias existen entre el gobierno cubano y el gobierno de la república independiente de Miami, tendría que simplemente contestar que no sé. Parecen tan igualitos, cortados con la misma tijera. A veces. Los mismos miedos, la misma intransigencia, el mismo odio, el mismo rencor. A veces. La misma y anquilosada forma de definir estos nuevos tiempos. La misma falsa idea de distribuir una información que no existe a no ser en la mente de ellos.  A veces. 

Si uno se guiara por la pataleta que en los medios de difusión – que como todos sabemos están controlados por el exilio tradicional – han formado doce ancianos y una aplanadora, a raíz de la presencia en esta ciudad de Miami, de un grupo de peloteros del emblemático equipo Industriales y de lo que dicen para desacreditarlos,  realmente uno se sentiría adolorido, asustado, preocupado…incluso, sentiríamos la sensación de estar en un lugar el cual no es, el que escogimos para vivir. Yo, sinceramente creía que los peloteros de Industriales andaban escoltados las 24 hrs del día. Bah…

El miércoles, en el Estadio de los Marlins, estaban todos - o casi todos – y nadie, absolutamente nadie, los molestó. Por delante de ellos desfilaron, viejos, medios viejos, tembas, medios tembas, jóvenes, medios jóvenes y nadie, absolutamente nadie, les dijo nada ofensivo. Al contrario, se detenían, saludaban, incluso pedían fotografiarse con ellos. Allí estaba Capiró, Vargas, Javier… como si estuvieran de paseo por la ribera del rio Éufrates. Conversando tranquilamente. Sólo le faltaban los mojitos y la piña colada. Relajados. Un tabaquito por favor... bueno, creo que ninguno fuma.

Sinceramente creo, que aquí la gente, la inmensa mayoría de los que aquí están, no están para esa ridiculez de estar radicalizándose, o poniéndose en los extremos.  No sé si todos, y muchos tenemos nuestras reservas con respecto a este “encuentro”, pero a pesar que no soy partidario del egocentrismo, creo que esta vez cedo un poco en mis creencias.

En caso que fuera cierto, que no lo es, ¿qué culpa tiene Pedro Medina que El Ché, le haya puesto a Industriales el nombre al equipo de la capital? Es como que ahora alguien viniera a increparme que mi abuelo español, a quien no conocí nunca, no pagó el boleto del barco que lo trajo a Cuba en 1923. 

Si fuéramos a juzgar a todo el que en algún momento se colgó una escopeta al hombro, o usó una pistola en la cintura, en los turbios, convulsos y efervescentes momentos al inicio del proceso revolucionario en Cuba, tendríamos que expulsar a un gran por ciento de residentes y ciudadanos “neo-americanos” que vinieron de la Isla posterior al 1959 y que hoy viven y son parte de este exilio.

Menciono dos de los argumentos ridículos que le escuché decir al Presidente Honorario de  Vigilia Mambisa, una organización, que no sé si por falta de fondos, por falta de planillas o por culpa de La Parca, cada día tiene menos miembros. Bueno, ese no es mi problema. Si se quedan dos, si se queda uno, que luche, pero que hable con sinceridad, con sentido, con honor. Que no engañe, que sea justo.

Así y todo, a pesar que la inmensa mayoría de quienes aquí vivimos nos mantenemos al margen de tanta rabieta, escuché decir que uno de los patrocinadores del evento, Yoyito´s Restaurant había cedido a la presión del "exilio histórico" y había anunciado cerraría las puertas de su restaurante a los peloteros capitalinos.  Eso, si no es mafia, ¿qué cosa es? Y es una lástima, de corroborarse la noticia, que en pleno 2013 existan aún este tipo de argumentos, o de personas ejerciendo prácticas de la camorra, como si esta fuera una ciudad sin ley. ¿Qué se le afectaría la clientela? Si soy sincero, si me guio por lo que me dicen mis ojos, creo que son más los que apoyan la presencia de los peloteros industrialistas aquí, que los que están en contra. Entonces, ¿dónde perdería más clientes? 

Lo que quizás Yoyito sepa, y bien, es que quien tiene dos dedos de frente, quien de verdad le gusta visitar su establecimiento, le importa 3 pepinos la filosofía e inclinación política de su dueño. La gente, no está pa´eso.  Como tampoco están pa´eso los que de allá vinieron, que ya lo han dicho y recontradicho: VINIMOS AQUÍ A JUGAR PELOTA, A ENCONTRARNOS CON VIEJOS AMIGOS, HERMANOS…  fuera de eso, no hay más nada. Ni siquiera han expresado su agradecimiento a otras personas que no sea a los fanáticos seguidores del león. No sé si todos los presos políticos en Cuba sean fanáticos de Industriales. Quizás ni Alan Gross sepa quiénes son los Industriales. Quizás ni vean el juego… pero Chinea, le dedicó el juego efectuado en Tampa a ellos, y nadie le dijo nada. Fue Chinea, y no Méndez, quién mezcló, una vez más la política con el deporte, pero quiso dedicárselo a Gross y yo, y muchos, le aceptamos su dedicatoria. 

Curioso y contraproducente creo, hubiese sido que se lo dedicasen a las autoridades de la Habana. A esas mismas que no dejaron que este mismo piquete de estrellas y de amigos, se enfrentaran en el Gigante del Cerro. Perdieron una buena oportunidad de recaudar plata… yo ví llenarse el Salón Rojo del Capri y la gente pagar 100 dlrs por ver y oir a Baby Lores, al Chacal y al Insurrecto. Con gusto pagarían esas mismas personas 20 pesos y hasta más en moneda nacional por volver a ver a Arocha, a Yobal, a Euclides… perdieron una buena oportunidad de demostrar que su “Cuba Nueva” existe más allá de unas bellas palabras en un discurso y unos lineamientos a punto de discutirse y aprobarse. Incluso creo, ya lo he dicho, que ese partido, donde tenía que jugarse era en la Habana y no aquí en Miami. O en ambos lados parejo. Pero dijeron NO, tanto como los de aquí dijeron NANANINA.

Ahora, para males y su colmo, nos queda la sensación, extraña y poco placentera, que los dueños del mono parece que vinieron con la misma cigüeña.